Ailén Bechara cumplió 33 años de vida y este fin de semana lo festejó con una gran fiesta a la cual asistieron familiares y amigos. “Mas no puedo pedir. Solo agradezco a todas las personas que me rodean por tanto amor y (percibirme) tan querida. Anoche fue un fiestón y la onda de todos fue a otro nivel”, escribió en su IG.
“¿Porque amo festejar mis cumpleaños?, porque soy de las que piensan que hay que festejar la vida siempre que se pueda, celebrar que estamos, celebrar la familia, celebrar los amigos, celebrar con los que están, celebrar que estamos aquí hoy”, agregó Ailén Bechara en la publicación.
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“Soy bendecida por los que tengo, estoy agradecida por cada uno, estoy agradecida por lo que me toca hoy. Todo valió la pena: sí, sí, sí”, completó la modelo al pie del video con el que ilustró la publicación. En dichas imágenes se la puede ver mordiendo la torta y bailando.
A fin de enero, la modelo sorprendió con una aclaración con respecto a su vida pública. “Yo hoy les quiero contar algo. Porque vieron que todo lo que se ve en redes es muy bonito, pero no es la vida misma. Lo feito no lo publicamos”, comenzó diciendo.
“Resulta que todo cuesta bastante, estar bien no siempre es tan simple, y muchas veces las cosas no se dan. Simplemente, pienso que todo es y no es por la misma razón. Todo se da cuando se tiene que dar. Yo necesité tiempo. Sabía que el momento llegaría. Solo tuve que esperar”, agregó.
“Todo se acomoda, me repetía. Tuve que soltar y confiar en el universo y en Dios. ¡Yo sabía que me lo merecía!”
“Y paso tiempo. Ailen se había esfumado. Me iba bien, estaba bien por días, de pronto las cosas volvían a no darse, volvía a caer, frustrarme, buscar ayuda desesperada por cualquier lugar, en cualquier libro, en cualquier persona. El nudo constante y la magia no aparecía”, sumó.
Gran cambio
A su vez, la modelo confesó que pudo superar aquel estado de ánimo. “Pero de pronto, de alguna manera, con las personas correctas y los pies en la tierra, todo fue dándose. Y Ailén apareció. No fue por arte de magia, sino porque trabajé, pedí mucho, busqué desesperada”.
“No sé porque estoy escribiendo esto, pero tal vez ayude a alguna persona que esté leyendo hasta el final. Solo es cuestión de relajarse y saber que (no) es tan grave, todo tiene solución si lo miramos desde otro lugar. Créanme, que escribiría un libro con mi vida y se sorprenderán con tantas que pase, solo quiero decirles que se puede”, concluyó Ailén Bechara.