Cada vez que el calendario marca el día 8 de cualquier mes, Benjamín Vicuña recuerda a su hija Blanca, quien falleció con apenas seis años de edad, con un particular posteos en Instagram. Algunas veces, el actor publica rosas blancas y otras una que otra foto inédita.
Este miércoles, al cumplirse un nuevo mes, Benjamín Vicuña no solo publicó una foto inédita donde se la ve a Blanca sonriente y feliz, sino que también enseñó el altar que armó para ella en su casa. Sin expresar alguna palabra, el actor musicalizó el video con el tema Niña Bonita de “Dstance”.
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El pasado 8 de septiembre, al cumplirse un nuevo aniversario de el fallecimiento de Blanca, el chileno escribió: "Esta fecha quedó grabada en mi memoria. Esta fecha fue definitivamente un antes y un después en nuestras vidas. Una fecha con la que jamás podré reconciliarme”.
“Hoy, 8 de septiembre, no sabes lo que me cuesta escribirlo, se cumplen 10 años e intentó cerrar un ciclo que comprende todos estos meses y todos estos años, todas las cartas, poemas y referencias con fotos tuyas, hija querida, que te fui escribiendo como un vínculo epistolar con el cielo”, agregó.
“Hoy estás más acá que nunca, o yo estoy más allá. Hoy mi casa está habitada por tu cara, tus fotos y de tus recuerdos. Hoy mis hijos, tus hermanos, te nombran con alegría (creo que hicimos las cosas bien). Diez años que pasaron volando, como tú sigues volando cerca nuestro”, continúo.
“Que el 8 sea el signo de la eternidad, elijo pensar que no es un mero azar”.
A su vez, el actor manifestó: “El mismo Dios que te llevó, nos sostuvo, nos cuidó y hoy me regala vida, salud y nuevos desafíos. Jamás voy a terminar de entender el por qué, pero sí puedo mirar al fondo de mi alma y estar seguro de que nos acompañamos más que nunca, que estás”.
Ciclos
“En este ciclo, sin duda la amistad fue fundamental para poder salir de zonas oscuras y dolorosas. En lo personal, estos escritos, poemas abstractos y acciones que compartí públicamente, me hicieron bien, me ayudaron”, destacó Benjamín Vicuña al cumplir una década lejos de Blanca.
“Cada uno de los comentarios que recibí, fueron como un silbido en medio de la niebla, como un cariño, un manto sagrado de protección y humanidad. Y eso, aunque parezca frívolo, me sirvió. Para empatizar, para tomar fuerzas, para transformarse inevitablemente en un pequeño referente de lucha y de dolor”, completó.