Soledad Pastorutti sorprendió a todos al compartir la noticia más tierna. La artista enseñó que no tiene límites y es una persona que se anima a todo.
La cantante grabó "San Francisco y el Lobo", un clásico de David Lebón y Charly García incluido originalmente en "La grasa de las capitales", y dejó ver cuando el músico le hace escuchar el tema ya terminado. Tanto Soledad Pastorutti como el exintegrante de Serú Girán están muy emocionados por lo que promete ser todo un hit apenas vuelva a sonar en las radios.
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Soledad explicó su necesidad de cambiar y aceptar esta clase de desafíos con claras palabras: "Soy una artista que todavía tiene chances de crecer, mejorar y (hallar) nuevos caminos; es como dice Drexler: Todo se transforma. En mi caso, esa transformación tiene que ver con estar presente en la escena musical y actualizarse pero sin traicionar mis sentimientos ni mi forma de ser".
La artista agregó: "Creo que la palabra popular resume todo, y dentro de eso le he cantado a las cosas muy sentidas a la vez que he tratado de transmitirle alegría a mi gente. La búsqueda constante tiene que ver con mi forma de ser: yo soy inquieta, me aburro fácilmente y apenas termino un show ya estoy pensando en lo que va a venir".
Soledad Pastorutti señaló: "También es cierto que la búsqueda no siempre es acertada, pero soy de las personas que piensan que para saber qué es lo que no les va, primero tienen que medir; es como la ropa: si no te la probás, no vas a saber cómo te queda. La música es un espacio de mucha libertad y quiero aprovecharlo".
La joven agregó: "Yo no puedo disfrazarme, por así decirlo, para caerte bien. Quiero agradar pero sin traicionar mis principios; soy muy respetuosa de la gente y de la tierra, y nunca dejaría de cantarle a mis raíces ni a mi país. Creo mucho en el dicho: Pinta tu aldea y pintarás el mundo, pero no por eso me voy a perder la oportunidad de conocer otros lugares".
Lo que contó David Lebón sobre el tema
El cantante confesó sobre este clásico de Serú Girán: "En San Francisco y el lobo, puntualmente, se pensó en (colocarle) varias cosas, pero finalmente quedó como un Blackbird (referencia al clásico de los Beatles)".
Lebón agregó: "Ya ni recuerdo como salió la letra pero sí que laburábamos muy bien. Éramos laburadores. A mi me costaba bastante porque al principio Serú no era lo que yo venía haciendo. Por suerte, sabía hacer canciones".