Marcelo Tinelli lleva treinta años siendo uno de los hombres más famosos y exitosos de Argentina, un logro realmente notable en un medio tan exigente como el televisivo.
Sin embargo, los últimos emprendimientos del conductor no tuvieron el resultado esperado lo que hizo que El Trece decidiera quitarlo de su grilla. A esto se suma el fracaso de Marcelo Tinelli con su pareja, Guillermina Valdés. El animador reflexionó sobre estos temas.
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Sabiendo que todos están pendientes de su presente, el creador de "Showmatch" decidió dejar en claro que, aunque la está pasando mal, seguirá adelante, cueste lo que cueste.
En una serie de historias de Instagram, Marcelo Tinelli dio su visión sobre la importancia de saber reinventarse en medio de la catástrofe, peleando para evitar verse derrotado, incluso en medio de la mala situación laboral, sentimental y personal (su hija acaba de separarse en medio de un gran escándalo) que a él le toca afrontar.
El animador expresó que todo se trata de aprender de los errores y los fracasos: "Desde el momento en que perdemos el (anhelo) de aprender y de mejorar, nos volvemos apáticos y autocomplacientes. En ese estado, vamos cuesta abajo y nos vemos derrotados".
Y agregó: "Solo a través de nuestro continuo desafío de avanzar y salir adelante podemos (aprovechar) el dinamismo de la existencia y el sabor de la auténtica victoria".
Una historia de pelea y superación
Tinelli debió hacerse cargo de su familia muy pronto porque su papá falleció cuando él era casi un niño y su mamá debió ser internada por diferentes problemas psicológicos.
A los 17 años, Marcelo (que es hijo único) ya trabajaba en radio con José María Muñoz y mantenía a su madre, que no podía ejercer su rol de maestra ni hacerse cargo de si misma por sus inconvenientes de salud.