Oscar Ruggeri y su esposa Nancy Otero llevan 35 años casados y son padres de Daiana, Candela, Federica y Stephan. Además tienen tres nietos: Milo y Roma, hijos de Daiana; y Vita, hija de Cande.
El jugador develó que conoció a su pareja en 1983, en el Club Acapulco de San Justo, cuando se cruzaron en la pileta del lugar. Oscar Ruggeri convenció a la joven de tener una cita.
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Sin embargo, el atleta se equivocó de lugar, y eso llevó a pensar a Nancy que la había dejado plantada. Afortunadamente, luego pudieron solucionar ese problema.
Tras cinco años de novios, decidieron adelantar su casamiento porque el jugador fue vendido a España. "Al principio no lograba acostumbrarme, pero con el tiempo me di cuenta de que era muy positivo para la pareja. Al estar solos con Oscar, estábamos más unidos", reconoció Nancy.
Luego llegaron sus cuatro hijos y el retorno a la Argentina. Ahora, reconoció Oscar Ruggeri, se está reencontrando con su esposa porque se quedaron solos luego de que Federica decidiera irse a vivir por su cuenta.
"Es un tema. Nos quedamos solos. La casa se (enseña) silenciosa. Ese panorama es bravo", dijo el reconocido atleta y actual comentarista deportivo.
La confesión de Cande Ruggeri
La joven contó: "Ahora les voy a ser sincera, en este momento estoy bien, pero hoy a la mañana colapsó mamá. Hoy tenía una resonancia magnética por mi coxis, que saben que me lo luxé en el parto y me duele bastante. Y me daba mucha cosa por Vita porque tenía que dejarla afuera 20, 30, 40 minutos, lo que durara la resonancia. Y colapsé. Creo que no soy relajada".
Y agregó: "Yo pensé que iba a ser relajada y no. Ahora entiendo tantas cosas que por ahí le critiqué a mi mamá o a las madres, y ahora me está pasando. Prepárense las que van a ser madres porque les va a pasar lo mismo. Me está pasando que siento que es muy chiquitita todavía, es muy chiquita porque tiene un mes y días, y no sé cuándo voy a empezar a retomar mi vida. Me está costando mucho. Quería contárselos porque del otro lado seguro hay muchas (damas) identificándose con esto. Y no está mal, me parece que cada una tiene que tener sus tiempos y respetarse".