Estefania Pasquini, en esta nueva oportunidad, nos trae una serie de claves para “manejar” el tema de las comidas, la dieta y las fiestas de fin de año sin volverse locos. “Uf se acercan las fiestas y la locura de para qué voy a andar cuidándome, vuelvo a la dieta cuando todo pase, vuelvo cuando esté tranqui”, comenzó diciendo.
“¿Que? ¡Lo que te digo siempre la vida! La vida es así, siempre tiene cosas y está en uno (mermar) las expectativas y decir estoy haciendo lo mejor que puedo en el contexto que tengo y si otro espera más de mí es su problema”, aclaró Estefanía Pasquini sobre cómo encarar esta cuestión de las comidas y de estar bien, pero no para el ojo del observador, sino para uno mismo.
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“Yo resuelvo como puedo y para que en momentos más calmos no tenga aún más que resolver, mi vida es así, la llevo lo mejor que puedo, hasta acá doy y estoy conforme, no estoy rindiendo exámenes para entrar a dar nutrición, estoy evaluando cómo me sirve a mi llevar una vida más saludable para mi (organismo) y mente, cálida, placentera, no olvidar eso”, completó.
Las fiestas de fin de año son una ocasión para celebrar, compartir y (aprovechar) con nuestros seres queridos. Sin embargo, también pueden ser una fuente de estrés, ansiedad y culpa por los excesos que cometemos con la comida y la bebida. A continuación, algunos consejos útiles para remediar la situación.
Planifica con anticipación lo que vas a comer y beber en cada evento. Elige opciones saludables, equilibradas y moderadas, que te gusten y te satisfagan. Evita los alimentos muy grasos, azucarados o salados, que pueden (generarte) malestar, hinchazón o sed. Opta por frutas, verduras, carnes magras, pescados, cereales integrales, frutos secos y lácteos descremados
No te saltes ninguna comida del día, especialmente el desayuno. Mantener una alimentación regular te ayudará a controlar el apetito, el metabolismo y la glucosa. Además, evitarás llegar con mucha hambre a la cena o al almuerzo festivo, lo que te hará comer más y peor. Bebe mucha agua durante el día y entre las comidas. El agua te mantendrá hidratado, depurará tu organismo, mejorará tu digestión y te dará sensación de saciedad.
¿Cómo comer?
Come despacio, masticando bien y saboreando cada bocado. Así podrás (aprovechar) más de la comida, (percibirás) antes la saciedad y evitarás comer de más. Además, favorece tu digestión y tu absorción de nutrientes. Evita distracciones como la televisión, el celular o las conversaciones intensas, que pueden hacerte comer más de lo que necesitas o de lo que quieres.
Estefanía Pasquini insiste en que se debe ser consciente de las emociones y de cómo influyen en tu forma de comer. A veces, comemos por aburrimiento, tristeza, ansiedad, estrés o culpa, y no por hambre real. Identifica qué te hace percibir así y busca otras formas de expresarlo o canalizarlo, como hablar, escribir, dibujar, hacer ejercicio, meditar. No uses la comida como una forma de escape o de compensación.