En una reciente entrevista con Infobae, Juana Repetto habló sobre la maternidad y dejó algunas frases que llamaron la atención a propios y extraños. En primer lugar, la actriz mencionó que se percibió fallada. “Uff, muchas. Sobre todo, en mi primer puerperio. Ahí dije: Uh, no, algo está mal”, comenzó diciendo.
“Pero yo no estaba fallada”, aclaró Juana Repetto y agregó: “me estaba pasando lo que le pasa a la gran mayoría de las madres, que tenés momentos de felicidad, momentos de angustia, momentos de incertidumbre, y decís: Estoy acá, con lo que más (anhelé) en la vida, ¿y por qué no me siento feliz? ¿Por qué no lo estoy (aprovechando)? ¿Qué me está pasando? Estoy fallada, algo está mal. Y no: es re normal”.
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La actriz mencionó haber tenido algunos pensamientos oscuros en el pasado. “Sí, sí. Yo pensaba que mi bebé iba a perder la vida porque tenía un moco y no iba a respirar a la noche; o sea, iba corriendo. Me fui a mi casa sola, creyéndome la (dama) Maravilla, con el chiquito recién nacido; de la clínica a mi PH en el que vivía, los dos solos”, contó.
Juana Repetto: “Hablan de depresión post parto; yo no estaba deprimida, estaba aterrada”.
“Se cortó la luz la segunda noche y casi desfallezco: era agosto, pleno invierno, ya está durmiendo, ¿qué hago?, no puedo salir a pedir ayuda, estoy acá. Escuchaba ruidos del llamador de ángeles del vecino, gatos; era una película de terror, con el bebito de 10 días, ahí”, recordó.
“Alquilé mi PH para el verano y me fui a lo de mi vieja. Le decía: ¡No respira! Tiene un moco. Y mi mamá: Pará, tiene un moco. Es literal lo que te digo”, contó. A su vez, Juana mencionó que en el libro que escribió manifestó los momentos de terror que vivió tras decidir ser madre soltera.
“La primera sensación de angustia y de terror que me invadió post parto fue: ¿Y si no puedo yo, ¿qué hago? Bueno, mi mamá lo va a querer. Mi hermano se va a ocupar. ¿Y si yo no lo quiero? Y era totalmente contradictorio, porque estaba absolutamente pegote, conectado, se prendió perfecto para tomar leche, tomaba bárbaro del minuto cero”, recordó.
Terapia
“O sea, había una conexión espectacular y yo estaba (fallecida) de amor, pero no sé por qué mi cabeza pensaba en si yo no lo iba a querer, y qué iba a pasar, porque estaba yo sola. Me pasó al par de horas de parir, y me (perduró) un par de meses. Empecé terapia. Me costó un montón”, reconoció la joven.
Juana Repetto mencionó que la información que la web muchas veces te puede marear. “Sí, sí. El exceso de información abruma, y en el libro también hablo de eso: tanto seguir cuentas de crianza fisiológica, respetuosa y demás, terminás (percibiéndote) la peor madre del mundo porque no podés seguir a rajatabla lo que dicen esas cuentas, que son muy extremistas, pero porque te están (enseñando) el ideal, y el ideal no existe”, aclaró.