El rábano es una hortaliza de raíz que pertenece a la familia de las crucíferas, como el brócoli, la col o la coliflor. Tiene un sabor picante y una textura crujiente, y se puede ingerir crudo, cocido o en escabeche. Esta verdura tiene muchas propiedades nutricionales y beneficios para la salud, que te explicamos a continuación:
El rábano es poco en calorías y rico en agua, lo que lo hace ideal para hidratarse y mantener un peso saludable. Además, aporta fibra, que ayuda a regular el tránsito intestinal y a prevenir el estreñimiento. Contiene vitamina C, un potente antioxidante que protege las células del daño causado por los radicales libres.
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La vitamina C también favorece la absorción del hierro y fortalece el sistema inmunológico, previniendo las infecciones. La hortaliza es una buena fuente de minerales como el azufre, el hierro y el yodo. El azufre tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, y ayuda a depurar el organismo.
El hierro es esencial para la formación de la hemoglobina y el transporte de oxígeno. El yodo es necesario para el buen funcionamiento de la glándula tiroides, que regula el metabolismo. También contiene compuestos fitoquímicos, como los glucosinolatos, los isotiocianatos y los indoles, que le dan su sabor picante y su color.
Estos compuestos tienen efectos anticancerígenos, ya que inhiben la proliferación de las células tumorales y estimulan la apoptosis. A su vez, el rábano tiene propiedades diuréticas, que ayudan a eliminar el exceso de líquidos y toxinas del organismo.
Esto favorece la salud renal y previene la formación de cálculos o piedras. También alivia los problemas del tracto urinario, como las infecciones o la cistitis. También tiene propiedades expectorantes, que facilitan la expulsión de las flemas y el moco de las vías respiratorias.
Beneficios
El rábano tiene propiedades hepatoprotectoras, que protegen el hígado y la vesícula biliar de posibles daños. El rábano estimula la producción y el flujo de la bilis, que facilita la digestión de las grasas y la eliminación del colesterol. También previene la acumulación de bilirrubina, que puede causar ictericia o coloración amarillenta de la piel y los ojos.
Por último tiene propiedades hipotensoras, que ayudan a reducir la presión arterial alta. El rábano contiene potasio, un mineral que regula el equilibrio de los fluidos y los electrolitos en el organismo. El potasio también relaja los vasos sanguíneos y mejora la circulación, previniendo las enfermedades cardiovasculares.