Wanda Nara es una de las famosas más mediáticas de la Argentina, pero también una de las más influyentes y queridas por su público, quien desde muy joven se ha encargado de conquistar el corazón de sus seguidores, quienes le han sido fieles durante estos años.
Wanda Nara tuvo uno de los años más asombrosos en lo que a su carrera profesional respecta, pues logró alcanzar un gran reconocimiento en las pantallas televisivas. Luego de conducir “MasterChef”, pudo obtener el premio que muchos del medio anhelan, la estatuilla del Martin Fierro.
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Lamentablemente, tras coronarse como una de las ganadoras, los días grises llegaron para la empresaria, quien se descompensó y alertó al público argentino, adentrándose en uno de los peores momentos de su vida. Fue en este entonces que se enteró del terrible diagnóstico, la leucemia que padece.
“Cuando sos madre, el único miedo es que tenés que dejar solos a los niños".
Como era de esperarse, esta noticia sorprendió por completo a todos sus allegados, siendo que la misma modelo tardó semanas en confesar qué era lo que padecía. Recientemente, en una entrevista para la televisión italiana, Wanda recordó aquellos momentos y contó cómo los vivió.
“Cuando sos madre, el único miedo es que tenés que dejar solos a los niños. Siempre me hallo organizando toda la vida como si fuera mi último momento”, expresaba la hermana de Zaira Nara, quien en cada quimioterapia a la que se sometió temía por abandonar este mundo y a sus hijos.
"Yo le decía a Mauro, júrame esto, júrame lo otro”.
A pesar de todo lo que enfrenta, la esposa de Mauro Icardi ha intentado mantener la calma, pero muchas veces la angustia la superaba: “Una, dos, tres, cuatro y siempre lloraba, pero de una manera. Organizaba todo con mi mamá y mi hermana. Yo le decía a Mauro, júrame esto, júrame lo otro”.
La peor de todas
La quinta quimioterapia a la que Wanda Nara tuvo que someterse, jura que fue la peor de todas, pues el miedo que llegó a tener la hizo colocar en orden todos sus asuntos y dejar organizada la vida de sus hijos, por lo menos hasta que estos cumplan la mayoría de edad.
“La quinta vez dejé todo lo que tenían que hacer mis hijos hasta los 21 años. Ese fue mi mayor miedo. Cuando lo supe. Pensaba, son pequeños, me necesitan. Ese es el miedo”, aseguraba la empresaria, quien hasta ahora ha tenido buenos resultados con sus tratamientos.