La batata, verdura también conocida como boniato, camote o patata dulce, es una hortaliza muy nutritiva y versátil que se puede usar en la cocina de diversas formas. Algunos de los beneficios y propiedades de la batata verdura son los siguientes.
La batata es una excelente fuente de vitamina A, que ayuda a mejorar la salud ocular, la piel y el sistema inmunológico. Contiene vitamina C, que favorece la producción de colágeno, la cicatrización de heridas y la prevención de infecciones.
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Aporta vitamina B6, que participa en el metabolismo de las proteínas, los glóbulos rojos y el sistema nervioso. Tiene potasio, un mineral que regula la presión arterial, el equilibrio de líquidos y la función muscular. Ofrece fibra dietética, que mejora la digestión, la regularidad intestinal y el control del apetito.
Posee antioxidantes, como el betacaroteno, la antocianina y el ácido clorogénico, que protegen las células del daño causado por los radicales libres y previenen el envejecimiento prematuro. Reduce la resistencia a la insulina y mejora la sensibilidad a esta hormona, lo que puede beneficiar a las personas con diabetes tipo 2.
La batata se puede ingerir de varias formas, como asada, hervida, al vapor, frita, en puré, en ensalada, en sopas, en guisos, en postres, etc. Es importante lavarla bien antes de cocinarla y pelarla después de cocerla, ya que la piel puede contener sustancias tóxicas.
También se recomienda moderar su ingesta, ya que tiene un alto contenido de azúcares naturales y puede elevar el nivel de glucosa en plasma. La batata es un alimento saludable que puede aportar muchos beneficios y propiedades a nuestra dieta.
Fácil de cultivar
Sin embargo, no hay que olvidar que una alimentación equilibrada debe incluir una variedad de alimentos de todos los grupos, así como una ingesta adecuada de agua y una actividad física regular. La batata es una hortaliza que se puede cultivar en climas templados y tropicales, con mucha luz y humedad.
Para sembrarla, se necesita una batata que se corta por la mitad y se coloca en agua hasta que broten los esquejes. Luego, se prepara la tierra con un pH ácido, granulada y suelta, y se introducen los esquejes a una profundidad de 5 a 10 cm, separados entre ellos 80 cm. Se debe regar con frecuencia y abonar con materia orgánica.