Nicole Neumann y Manu Urcera están viviendo uno de los mejores momentos para las parejas recién casadas, pues los tortolitos están aprovechando su luna de miel en Miami, lugar al que viajaron luego del 8 de diciembre, fecha en que se celebró su casamiento en la ciudad de Buenos Aires.
Nicole Neumann y Manu Urcera tomaron la decisión de unir sus vidas para siempre, a comienzos de este año y, desde ese entonces, su boda se convirtió en uno de los eventos más esperados del medio. Finalmente, el casamiento se hizo en dos partes y todo salió según lo planeado.
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Además, en la ceremonia que se levó a cabo primero, la del civil, los novios anunciaron que están esperando su primer hijo varón, el cuarto para la modelo, quien tiene tres hijas de su vínculo con Fabián Cubero, Indiana, Allegra y Sienna, y el primero para el piloto de carreras.
Sin embargo, recientemente, se dio a conocer una de las tremendas peleas que tuvieron Nikita y Manu cuando estaban dando sus primeros pasos años atrás, la cual podría haber terminado con su romance. Los encargados de develar este detalle fueron Soledad Solaro y Laurencio Adot.
Fue en “Mañanísima” que los amigos de los tortolitos contaron la anécdota de una de las primeras citas, la cual se llevó a cabo en un café, pero por cuestiones mediáticas, la blonda prefirió no descender del auto, siendo Urcera quien se encargó de ir a realizar el pedido y comenzando con el drama.
“Todos sabemos cómo se coloca Nicole cuando no la complacen”.
“Él fue a buscar los cafés y ella, así como es, le pidió que el suyo se lo trajera con leche, pero con leche de almendras. Entonces él fue a buscarlo, pero en el camino dijo, no, cómo voy a pedir yo leche de almendras. Le dio vergüenza o pudor”, comentaba la modelo amiga, Soledad.
Venganza
Ante esta situación, Nicole Neumann se molestó con Manu Urcera, pues se sabe el compromiso que ella tiene con los animales y de la estricta dieta vegana que tiene desde hace muchos años. Es por esto, que la modelo no tuvo mejor idea que vengarse de lo sucedido.
“Nicole se enojó. Y no tuvo mejor idea para vengarse que hacerse la que tuvo un movimiento raro y derramarle el café en el auto. ¡Pobre Manu! Imagínate, él es corredor, es piloto, para ellos el auto es como un hijo. Lo cuidan más que a cualquier otra cosa, pero si pudieron superar ese momento, iban a durar mucho más”, concluían los amigos de los tortolitos.