El café es una de las bebidas más populares y consumidas en el mundo. Tiene un sabor agradable, un aroma estimulante y una serie de efectos sobre el organismo que pueden ser beneficiosos o perjudiciales, según la cantidad y la forma de tomarlo.
Según diversos estudios científicos, el café contiene antioxidantes, minerales, vitaminas y otros nutrientes que pueden ayudar a prevenir o retrasar algunas enfermedades, como el Parkinson, la diabetes tipo, el cáncer de hígado, los cálculos renales y las enfermedades cardiovasculares.
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Además, el café puede mejorar el estado de ánimo, la memoria, la concentración y el rendimiento físico e intelectual, gracias a su contenido en cafeína, una sustancia que actúa sobre el sistema nervioso central.
Sin embargo, el café también puede tener efectos adversos sobre la salud, especialmente si se consume en exceso o de forma inadecuada. La cafeína puede provocar nerviosismo, insomnio, ansiedad, taquicardia, hipertensión, irritabilidad, temblores, dolores de cabeza y otros síntomas, sobre todo en personas sensibles o con alguna patología previa.
También puede causar acidez estomacal, reflujo gastroesofágico, gastritis y úlceras, si se toma con el estómago vacío o en grandes cantidades. Asimismo, puede interferir con la absorción de algunos nutrientes, como el hierro, el calcio y el magnesio, y puede aumentar el riesgo de osteoporosis y anemia, si no se compensa con una dieta equilibrada y variada.
Por lo tanto, la clave para aprovechar los beneficios del café y evitar sus riesgos es consumirlo con moderación y de forma adecuada. ¿Pero qué significa esto? Los expertos recomiendan beber entre tres y cuatro tazas de café al día, lo que equivale a unos 300 y 400 mg de cafeína, como máximo.
Cuestión de cantidad
Esta cantidad puede variar según el tipo de café, el método de preparación, el tamaño de la taza y la tolerancia individual de cada persona. Además, se aconseja tomar el café con leche o agua, sin azúcar ni edulcorantes artificiales, y acompañado de algún alimento, preferiblemente integral y rico en fibra
Por último, se recomienda evitar el consumo de café por la noche, antes de dormir, o en situaciones de estrés, ya que puede alterar el sueño y la relajación. En conclusión, el café puede ser una bebida saludable, siempre que se tome con moderación y de forma adecuada. Así, podremos disfrutar de su sabor, su aroma y sus efectos positivos sobre nuestra salud y bienestar.