Los huevos son un alimento muy nutritivo y versátil, que se pueden consumir de diversas formas y combinan con muchos otros ingredientes. Sin embargo, a la hora de comprarlos, es posible que nos surja la duda de si hay alguna diferencia entre los huevos blancos y los marrones, y si alguno de ellos es mejor para la salud.
En este artículo vamos a explicar las principales características de cada tipo de huevo y sus similitudes y diferencias. El color de la cáscara de los huevos depende de la raza de la gallina que los pone. Por lo general, las gallinas blancas ponen huevos blancos y las marrones ponen huevos marrones.
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También existen otras variedades de huevos, como los azules o los moteados, que son menos comunes. El color de la cáscara no tiene nada que ver con la alimentación, el cuidado o la calidad de la gallina, sino que es una cuestión genética.
Desde el punto de vista nutricional, no hay ninguna diferencia significativa entre los huevos blancos y los marrones. Ambos tienen un valor energético similar, alrededor de 70 calorías por unidad, y aportan proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas y minerales.
Tampoco hay diferencias en el sabor, la textura o la forma de cocinarlos. Lo único que puede variar es el tamaño, ya que las gallinas marrones suelen ser más grandes y por tanto ponen huevos más grandes. Entonces, ¿por qué los huevos marrones suelen ser más caros que los blancos?
Esto se debe a que las gallinas marrones necesitan más alimento y espacio que las blancas, lo que implica un mayor coste de producción. Además, los huevos marrones tienen una mayor demanda por parte de los consumidores, que los asocian con una mayor calidad o naturalidad.
El mejor de los dos
Sin embargo, esto no es más que una percepción subjetiva, ya que la calidad de los huevos depende más de las condiciones de vida y la alimentación de las gallinas que del color de la cáscara. En conclusión, los huevos blancos y los marrones son igual de nutritivos y saludables, y no hay ninguna razón para preferir uno u otro.
Lo más importante es elegir huevos frescos, de procedencia conocida y que cumplan con las normas sanitarias. Los huevos son un alimento que se puede incluir en una dieta equilibrada y variada, siempre que se consuman con moderación y se combinen con otros alimentos de origen vegetal.