La historia de amor entre Luciana Salazar y Martín Redrado fue una de las más mediáticas y polémicas de los últimos años. La pareja tuvo varias idas y vueltas, escándalos, reconciliaciones y rupturas, hasta que finalmente se separaron de forma definitiva en 2022.
Uno de los motivos que habría desencadenado el fin de su romance fue la decisión de Luciana Salazar de convertirse en madre a través de un vientre subrogado, en Estados Unidos. La modelo dio a luz a su hija Matilda en 2017, pero Redrado nunca reconoció públicamente su paternidad ni su vínculo con la niña.
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Según develó la propia Luciana, el economista nunca superó su maternidad y la castigó a ella y a su hija constantemente por eso. Además, le quitó el apoyo económico que le brindaba para mantener el tratamiento de congelamiento de óvulos que ella tenía en una clínica estadounidense, con la intención de tener otro hijo en el futuro.
Luciana acusó a Redrado de tener rencor y ensañamiento hacia ella, y de negar el vínculo que mantenía con Matilda, a quien le enviaba regalos y visitaba en secreto. La modelo inició un conflicto legal contra el político, reclamando una cuota alimentaria para su hija y el resarcimiento por el daño moral que le causó.
Redrado, por su parte, se defendió de las acusaciones y aseguró que nunca firmó ningún papel que lo comprometiera con la maternidad de Luciana. También dijo que no le debía algo a la modelo, y que solo le había prestado dinero para ayudarla con sus gastos.
La separación de Luciana y Redrado generó una gran repercusión en los medios y en las redes sociales, donde ambos recibieron el apoyo y el repudio de sus seguidores. La historia de amor entre la rubia y el economista terminó de la peor manera, con un enfrentamiento judicial que parece no tener fin.
Fuerte verdad
Recientemente, en una entrevista con la revista Gente, Luciana Salazar confesó algo impensado de Martin Redrado. “¡Él nunca se alejó! Yo me cansé de que la venga a ver a escondidas de su novia y le pedí que no aparezca más porque no me gustaba el mensaje que le transmitía a mi hija: no podían salir a tomar un helado o ir a la plaza”, contó.
“Todas (las reuniones) eran entre las cuatro paredes de mi casa y no me gustaba. ¿Por qué no podía decirle a ella que venía a visitar a Matilda? Un día me cansé y se lo dije: Si no podés contarle a tu novia que venís a casa, no veas más a Matilda”, afirmó la modelo dejando en claro que el economista no se alejó, sino que ella lo obligó a hacerlo.