Las mascarillas faciales se han convertido en las grandes aliadas de los productos de skincare, pues en combinación con estos, aportan un mayor cuidado de la piel y pueden actuar directamente sobre el problema a resolver, ya sea cerrar poros, disminuir el cebo, quitar manchas, etc.
La principal función de los poros es protegernos de los agentes agresivos del ambiente, pero muchas veces, cuando están muy dilatados y se asemejan a la cáscara de naranja, suelen ser muy tediosos. Así que, el día de hoy veremos algunas opciones de mascarillas faciales para combatirlos.
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La mascarilla de tomate y limón será nuestra primera opción para hacerle frente a los poros, ya que sus ingredientes poseen ácidos naturales que ayudan a disminuirlos, además de remover el exceso de grasa, que es el que mayormente genera los granos y espinillas en el rostro.
Un tomate y media taza de limón es todo lo que necesitarás para esta poderosa mascarilla facial. Comienza triturando el tomate y mézclalo con el jugo de limón en un recipiente. Luego, colócala en el rostro limpio con suaves movimientos, déjala actuar 20 minutos y retira con agua fría.
La segunda mascarilla facial y casera es la de harina de almendras y miel, la cual te ayudará a limpiar los poros obstruidos, pero también regenerará las células dañadas, aportando la hidratación que tu piel necesita, eliminando la sequedad o el exceso de cebo, cualquiera sea el caso.
Con una cucharada de harina de almendras y dos de miel, mezclar ambos ingredientes en un contenedor y colocar la mezcla en las zonas de la cara que quieras tratar. Dejar actuar durante 5 minutos, enjuagar con agua tibia y repetir el proceso tres veces a la semana para ver resultados rápidos.
Más opciones
Otra de las opciones de mascarillas faciales, caseras y naturales para disimular los poros es la de yogur natural y aceite de caléndula. Si tienes acné, esta mascarilla será tu mejor aliada, puesto que restablecerá el pH de tu piel, reducirá tu acné y sellará los poros dilatados.
Solo necesitarás dos ingredientes: tres cucharadas de yogur natural y una de aceite de caléndula. Ahora, en un recipiente, mezcla ambas cosas y obtén una pasta homogénea. Aplícala sobre tu rostro limpio, déjala actuar durante 30 minutos y retírala con agua tibia.