El envejecimiento es un proceso natural por el que todos pasaremos en algún momento de nuestras vidas, no es algo a lo que se debe tener miedo o intentar evadirlo, sin embargo, lo cierto es que existen ciertos hábitos de la vida diaria que causan que este llegue antes de tiempo.
Por supuesto, así como los malos hábitos pueden dañar nuestro organismo, también están aquellos que son saludables y que ayudarán a restaurar las funciones naturales de este. No obstante, el día de hoy te compartiremos aquellos hábitos que debes evitar para prevenir el envejecimiento.
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El primero es dormir poco. Dormir menos de las horas recomendadas por los expertos, es una de las principales causas del envejecimiento prematuro, siendo que si no se obtiene el descanso adecuado, el organismo no se puede recuperar del desgaste diario y esto comienza a notarse en la piel del rostro con las famosas ojeras.
Por supuesto, esto se verá reflejado con el paso del tiempo, y es a raíz de esto que los profesionales recomiendan que las horas necesarias para tener un descanso ameno varían entre las siete u ocho para las personas mayores, intentando no sobrepasar estos límites de horarios.
En segundo lugar, tener una vida sedentaria también puede afectar gravemente el organismo y llevar a un envejecimiento anticipado. El físico necesita mantenerse en movimiento y la actividad física debe ser una prioridad de, por lo menos, tres veces a la semana.
Pasar mucho tiempo en el sol y sobre todo sin protección, ocupa el tercer puesto de los hábitos que causan envejecimiento prematuro. El daño que el sol puede generar en la piel puede ir desde manchas hasta arrugas profundas, sin mencionar el cáncer de piel, que muchas veces suele ser grave.
Excesos
Para el cuarto y el quinto lugar, los excesos de azúcar, tabaco y alcohol, son otros de los factores que generan el envejecimiento. Ingerir azúcar en exceso hace que las células del organismo envejezcan con más rapidez, aportando un tono opaco y sin vida a tu rostro.
El tabaco y el alcohol llevan a una deshidratación brutal de la piel, consiguiendo que esta se arrugue con más facilidad, además de las enfermedades que pueden causar en los pulmones, hígado y demás órganos del físico, alterando por completo la salud de las personas.