Las plantas son una parte importante del jardín y de la decoración del hogar, por lo que acudir a cuidados naturales siempre ha sido uno de los factores claves, tales como el abono, por lo que el día de hoy veremos algunas consideraciones interesantes para tener en cuenta.
Las plantas y todo lo vinculado a su salud, dependen en gran medida de la calidad del sustrato en el que crecen. Es por esto, que el abono casero se presenta como una alternativa económica y sostenible para proporcionar a nuestras plantas los nutrientes esenciales.
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Si eres nuevo en el mundo de las plantas o quieres aprender un poco más sobre cómo realizar tu propio abono casero, hoy te dejaremos algunas opciones que podrás hacer con cosas que tiene en el hogar, sin la necesidad de recurrir en un gasto o en químicos que podrían perjudicar la salud de tus plantas.
Residuos orgánicos: este es uno de los métodos más simples para hacer abono casero. Restos de frutas, verduras, cáscaras de huevo y posos de café son excelentes fuentes de nutrientes, puesto que estos desechos se pueden acumular en un compostador y proporcionar lo que las plantas necesitan.
Compostaje: es una técnica eficaz para convertir residuos orgánicos en abono rico en nutrientes y se puede comenzar realizando en pequeña escala en tu hogar, utilizando un recipiente. Luego se añaden capas de restos de cocina, hojas secas y un poco de tierra, lo que acelerará el proceso de descomposición.
Infusión de cáscaras de banana: esta es una opción rápida y fácil, solo se necesita colocar cáscaras de banana en agua, durante algunos días, y luego mezclarlas con un fertilizante líquido. Gracias al potasio de las bananas, las flores y frutos de las plantas se desarrollarán en mejor medida.
Más opciones
Agua de Cocina: después de cocinar verduras, no deseches el agua de cocción, ya que esta agua contiene nutrientes que las plantas pueden aprovechar. Deja que el agua se enfríe, úsala para regar tus plantas y verás cómo este método simple ayuda a reciclar los nutrientes presentes en los alimentos cocidos.
Cáscaras de huevo: estas son una fuente rica en calcio. Puedes triturarlas y espolvorear el polvo directamente en la tierra de tus macetas o mezclarlo con el compost. Este abono fortalece las plantas, especialmente aquellas que necesitan un impulso de calcio.