Estefanía Pasquini nos ayuda a responder ¿Qué es mejor, hacer dieta o cambiar de hábitos? Muchas personas que quieren perder peso o mejorar su salud recurren a las dietas, es decir, a planes de alimentación que les indican qué, cuánto y cuándo comer. Sin embargo, las dietas no siempre son la mejor opción, ya que pueden ser restrictivas, aburridas, difíciles de seguir y poco efectivas a prolongado plazo.
Estefanía Pasquini y otros expertos en el tema recomiendan cambiar de hábitos alimenticios, una forma de comer que se basa en la educación nutricional, la variedad, el equilibrio y el goce. ¿En qué se diferencian las dietas y los hábitos alimenticios saludables? Las dietas suelen tener un inicio y un fin, mientras que los hábitos alimenticios saludables son permanentes.
Cuando se hace una dieta, se sigue un plan temporal que se abandona al alcanzar el objetivo anhelado o al cansarse de él. Esto puede generar el efecto rebote, es decir, recuperar el peso perdido o incluso más. En cambio, cuando se cambian los hábitos alimenticios, se adopta una forma de comer que se mantiene en el tiempo, sin prohibiciones ni restricciones, y que se adapta a las necesidades y preferencias de cada persona.
Estefanía Pasquini: “Si haces planes para un año, siembra arroz; si los haces para diez años, planta árboles; si los haces para toda la vida, educa a una persona. Hacer dieta está más asociado a seguir una receta de alimentos y comidas. Sin embargo, cambiar hábitos alimenticios conlleva algo más profundo, más relacionado con la educación nutricional”.
Las dietas se centran en las calorías, mientras que los hábitos alimenticios saludables se centran en los nutrientes. Cuando se hace una dieta, se suele contar las calorías que se ingieren y se limita la cantidad de alimentos. Esto puede generar ansiedad, hambre y deficiencias nutricionales. Además, no todas las calorías son iguales, ya que no aportan los mismos beneficios ni se metabolizan de la misma forma.
Las dietas se basan en reglas, mientras que los hábitos alimenticios saludables se basan en principios. Cuando se hace una dieta, se sigue un conjunto de reglas que dictan qué alimentos se pueden o no comer, en qué cantidades y en qué momentos. Esto puede generar estrés, culpa y frustración, y dificultar la convivencia social y familiar. Además, las reglas pueden ser contradictorias, confusas o poco fundamentadas, y no tener en cuenta las características individuales de cada persona.
Estefanía Pasquini: “Como casi todo en la vida, la mejor opción es la que cuesta más trabajo y esfuerzo. Hacer una dieta nos puede servir en un momento puntual, pero tenemos que aprender a mejorar y cambiar hábitos, algo que vamos a interiorizar en nuestro día a día y a (prolongado) plazo potenciará nuestra salud, autoestima, y no generará el malestar emocional y físico de una dieta”.
“En la dieta, se (ingieren) los alimentos y platos que se permiten y lo sigo, aunque no comprenda el porqué. El cambio de hábitos consigue objetivos a (prolongado) plazo y posiblemente sea un proceso más lento, hacer dieta consigue resultados más a corto plazo, de manera más rápida, lo que hace que goce de muchos adeptos. Eso sí, no se puede seguir un tipo de dieta toda la vida, se hace aburrido y tedioso y al final se acaba por abandonar, por tanto: vuelta a empezar. Con lo que esto implica. Desilusión, frustración, enojo, disminuye la capacidad de creer en uno mismo, en que va a poder, entre otros”, aseguró Estefanía Pasquini.
Un cambio
Sin embargo, cuando se cambian los hábitos alimenticios, se siguen unos principios generales que orientan la forma de comer, pero que permiten cierta flexibilidad y personalización. Estos principios son: comer de forma consciente, respetar el apetito y la saciedad, elegir alimentos naturales y poco procesados, moderar la ingesta de alcohol y azúcar, respetar los horarios y la frecuencia de las comidas, y combinar la alimentación con la actividad física.
Como se puede ver, hacer dieta y cambiar de hábitos alimenticios no es lo mismo. La primera opción puede ser tentadora por su rapidez y facilidad, pero también puede ser peligrosa y poco duradera. La segunda opción, la que recomienda Estefania Pasquini puede ser más lenta y compleja, pero también más segura y efectiva. Por eso, si quieres mejorar tu salud y tu peso, lo mejor es que dejes de hacer dietas y empieces a cambiar tus hábitos alimenticios. Tu organismo y tu mente te lo agradecerán.