La receta de los alfajores no tiene un origen específico, puesto que se considera que fue creada en diferentes continentes y que incluso tiene influencia árabe. Se dice que, en la Edad Media, existía una preparación similar basada en frutos secos y rellenos de miel.
La receta de los alfajores llegó a América Latina, especialmente a la Argentina, a raíz de la colonización de los españoles, quienes llegaron e instalaron su particular cultura, pero adaptándola también a los ingredientes locales.
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Dado que los alfajores son un dulce popular en nuestro país, disponibles en cualquier almacén y que incluso varían dependiendo los gustos y preferencias de cada persona, hemos decidido compartir una receta diferente, saludable, pero deliciosa para hacer en casa.
Para esta receta necesitaremos los siguientes ingredientes: 1 taza de coco rallado, 2 huevos, 1/2 de aceite o 150 gramos de manteca pomada, 2 cucharadas de endulzante natural, el que prefieras, cantidad necesaria de dulce de leche sin azúcar y un chorrito de esencia de vainilla.
Iniciaremos con la preparación de la masa y para eso tendremos que mezclar el coco rallado con los huevos y añadirle la manteca (en caso de querer hacerlo más natural, remplazar por aceite de coco), el endulzante y la esencia de vainilla. Integrar todo y formar una masa.
Con las manos humedecidas, para que sea más fácil la manipulación, formar pequeñas bolitas de masa y aplastarlas dándole forma para hacer las tapas de los alfajores. Recuerda que también se puede utilizar moldes con cortes pequeños, en caso de que tengas en casa.
Paso final
Una vez listas, colocarla sobre una placa con papel vegetal o de manteca o engrasar con aceite de coco. En un horno, previamente calentado a 180 grados, ingresar la bandeja y cocinar durante 10 minutos o hasta que tomen un tono dorado por ambos lados.
Pasado el tiempo, en el último paso de esta receta, retirar las tapas del horno y, cuando estén frías, rellenarlas con el dulce de leche sin azúcar. Armar los alfajores colocando dos tapas y llevarlos a la heladera durante 1 hora como mínimo. Listo, a comer.