Silvina Luna sigue estando en el corazón de todas y todos los argentinos, desde que se anunció su fallecimiento el pasado 31 de agosto. Esta horrible final se dio luego de permanecer internada y en observación constante por más de dos meses.
A raíz del deceso de Silvina Luna, el cual generó un absoluto dolor en sus seres queridos, especialmente en su hermano, varios colegas y periodistas no dudaron en denunciar públicamente al causante del final que se llevó la vida de una persona tan maravillosa.
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A tan solo tres meses del fallecimiento, mientras la familia y los amigos de la modelo siguen en proceso de duelo, fue la esposa de Aníbal Lotocki quien decidió romper el silencio y llevar a cabo un descargo que muchos consideraron una aberración y falta de respeto total.
En medio de su defensa y en busca de limpiar la imagen de su pareja, María José no osciló a la hora de asegurar que la causa del fallecimiento de Silvina Luna recaía exclusivamente en la responsabilidad de la protagonista, por no seguir los consejos y las recomendaciones médicas.
A raíz del indignante mensaje que intentó instalar la esposa de Aníbal Lotocki, cambiando el foco de la atención sobre la responsabilidad del médico, Fernando Burlando decidió defender la memoria, el honor y buen nombre de la modelo, a quien representa en nombre de Ezequiel.
"En los momentos iniciales, Silvina Luna estaba tan dolorida que le recomendaron que no viajara a Europa y, me parece, que sí fue", comentó el abogado, confirmando que no se habría cumplido a raja tabla con las determinaciones de los médicos. Sin embargo, aclaró unos puntos más.
Defensa total
Enojado e indignado, entendiendo que una cosa no tiene que ver con la otra, Fernando dio su punto de vista, desacreditando la versión de María José: "Pero eso es como decirle: te aplico veneno, no te muevas. Las consecuencias eran imparables en la salud de ella. Vivió en clínicas, tribunales, hospitalizada, no era la vida que quería".
"Silvina Luna se quejó del dolor. Que se haya o no quedado quita, haya o no viajado a Europa, en definitiva, no cambia. Ese producto que se transformaba en piedra en los tejidos estaba incrustado en el nervio ciático. Era una persona que cuidaba su salud, siempre trató de recuperarse", cerró Burlando.