El café es una de las bebidas más populares y consumidas en el mundo, pero ¿sabías que también puede ser un aliado para adelgazar? Según diversos estudios, el café puede ayudar a perder peso al estimular el metabolismo, reducir el apetito y aumentar la quema de grasas.
Sin embargo, no se trata de tomar café sin medida ni control, sino de hacerlo de forma inteligente y moderada. Te contamos cómo sus propiedades favorecen a la perdida de peso. El café contiene cafeína, una sustancia que actúa sobre el sistema nervioso central y produce diversos efectos en el organismo.
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Entre ellos, se destaca su capacidad para incrementar el gasto energético basal, es decir, la cantidad de calorías que se queman en reposo. Esto se debe a que la cafeína activa la termogénesis, un proceso que genera calor a partir de la oxidación de las grasas. Además, la cafeína puede influir en el apetito y la ingesta de alimentos.
Algunos estudios han demostrado que el consumo de café puede disminuir el hambre y aumentar la sensación de saciedad, lo que puede contribuir a reducir la cantidad de calorías que se consumen a lo largo del día. Asimismo, el café puede mejorar el rendimiento físico y mental, lo que puede favorecer la práctica de ejercicio y la concentración.
Sin embargo, no todo es color de rosa. El café también tiene sus contraindicaciones y riesgos si se consume en exceso o de forma inadecuada. Por ejemplo, el café puede provocar insomnio, ansiedad, nerviosismo, taquicardia, irritabilidad, gastritis o reflujo si se toma en grandes cantidades o cerca de la hora de dormir.
Por eso, se recomienda limitar su consumo a unas tres o cuatro tazas al día y evitarlo por la tarde o por la noche. Asimismo, hay que tener cuidado con lo que se le añade al café. Muchas personas acostumbran a endulzarlo con azúcar, miel, jarabe o leche condensada, o a agregar crema, nata, chocolate o caramelo.
Conclusión
Estos ingredientes pueden aportar muchas calorías y grasas al café, lo que anula sus beneficios para perder peso y puede incluso favorecer el aumento de peso. Por eso, lo mejor es optar por el café oscuro o con un toque de leche desnatada o vegetal. En conclusión, el café puede ser un buen aliado para adelgazar si se consume de forma moderada y sin añadidos calóricos.
Sin embargo, no se trata de una solución mágica ni milagrosa, sino de un complemento que debe ir acompañado de una alimentación equilibrada y una actividad física regular. Así que ya sabes, disfruta del café con moderación y sentido común. Tu salud y tu figura te lo agradecerán.