En el presente existe una amplia variedad de productos para higienizar, acondicionar, proteger, darle brillo, volumen y un sinfín de otras cualidades que se buscan obtener en el pelo, pero, también hay cuidados que muchas veces se pasan por alto y los mismos son indispensables para fomentar el crecimiento capilar.
Si tu objetivo es tener una cabellera abundante, en esta nota te dejaremos algunos consejos para que tengas en cuenta a la hora de realizar tu rutina y adquirir productos específicos para el cuidado y mantenimiento del pelo.
Te podría interesar
Carencia de vitaminas: en ocasiones, la debilidad capilar se da por la carencia de algunas vitaminas, como la B12. Es por esto que uno de los principales consejos para mejorar el aspecto del pelo, es tener un buen plan de alimentación, donde no falten las futas y verduras, ya que estas aportan significativas dosis de vitaminas y minerales.
Elegir los productos en base a las necesidades: es de suma importancia que realices una buena elección de los productos que vas a sumar a tu rutina de cuidado e higiene, ya que con esto aseguras la protección tanto de las puntas del pelo como del cuero cabelludo.
Lavado: disminuir la frecuencia del lavado, resulta indispensable para revertir cuestiones como la resequedad y la caída del pelo. Aunque esto es una dificultad para muchas personas, resulta ser una de las claves principales para fomentar el crecimiento del cabello, es por ello que se recomienda realizar el lavado día por medio.
Masajes: los expertos en cuestiones capilares, recomiendan realizar masajes en el cuero cabelludo, al menos una vez al día, para fomentar la irrigación sanguínea, algo que es primordial para estimular el crecimiento del pelo.
Factores que aceleran la caída del cabello
Generalmente, la caída del cabello está vinculada al envejecimiento, sin embargo, esto no siempre es así, incluso, personas mayores llegan a una edad avanzada con su pelo en perfectas condiciones y sin sufrir grandes alteraciones.
En la actualidad, se sabe que la pérdida del cabello está estrechamente vinculada a situaciones de estrés, mala alimentación, exceso de productos químicos y el uso de artefactos como la planchita o secadores de pelo.