Este viernes, la esposa de Alberto Cormillot volvió a dejar algunos consejos para sus pacientes y seguidores en su cuenta de Instagram. En esta oportunidad, Estefanía Pasquini habló sobre un objetivo que se debería llevar adelante este fin de semana, que es el último de enero.
“Objetivo de fin de semana. Hace una lista de ventaja y desventaja de no ir a ese evento por miedo a lo que se va a comer”, escribió la esposa de Alberto Cormillot en un recetario para dar pie a la conversación con todos sus seguidores, que a la fecha son un poco más de ciento cuarenta mil.
“Así es como trabajo. Yo no soy la que le dice a mi paciente que vaya a ese evento porque lo va a hacer. Mejor una salida que evitarla por lo que se va a comer”, aclaró la especialista en obesidad enfatizando los objetivos a corto plazo que sus pacientes se deben proponer para intentar cambiar.
“Lo que hacemos es ver qué ventajas tiene esa actitud, que desventajas, que sería lo malo de una comida y luego retomar, que se está perdiendo, que está ganando. Cada uno saca sus conclusiones y elige qué hacer”, enumeró la esposa del famoso médico.
A su vez, Pasquini, quien trabaja codo a codo todos los días en la misma clínica que Alberto, mencionó que cambiar el método puede ser productivo. “Pero evaluando bien a qué punto, a lo mejor, luego de hacer el análisis descubren que una comida fuera del plan no va a arruinar su tratamiento”, puntualizó.
“El evitar juntarse con amigos, familia y demás atenta contra su vida social, aleja de cosas lindas de vivir, cansa y por ende en algún momento lleva al abandono del tratamiento, si haces un análisis de esto, ¿con que te quedas?”, enfatizó la joven sobre las malas decisiones que se suelen tomar.
Un jueves distinto
El jueves, Estefanía Pasquini contó a través de sus redes sociales que Emilio estuvo en la clínica junto a sus padres atendiendo a los pacientes tanto a los de la mañana como a los de la tarde. Un imprevisto, género que la pareja tomara esta decisión para que el niño no se quedará solo.
Si bien no es la primera vez que va a la clínica a estar no solo con sus padres, sino que también junto a su hermano mayor, Emi tuvo con qué entretenerse todo el tiempo en que sus progenitores estaban ocupados. Está de más decir, que los demás médicos estaban encantados con el pequeño Cormillot.