Semanas antes de que finalice el 2022, Maru Botana realizó un viaje familiar a Nueva York con toda la familia, no solo para vacacionar en la nieve en la luminosa ciudad de Estados Unidos, sino también para despedir y anhelarle lo mejor a Lucía Sola, su hija de 21 años que se independizó.
En aquella semana, Maru Botana aseguró que su hija iba a vivir por algunos meses en Hawái, archipiélago en Pacifico perteneciente a los Estados Unidos, y que allí iba a estudiar. Pero lo cierto es que no solo está formándose académicamente, sino que también trabajando de empleada en una casa de familia.
De todos los hijos que tiene la cocinera con Bernardo Solá, (Agustín, Lucía, Matías, Sofía, Santiago, Juan Ignacio y María Inés), Lucía siempre fue la más rebelde y dejó en claro que ella no le gusta el trabajo que desarrolla su mamá en la pantalla chica y mucho menos ser la hija “de”.
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“Ya lo tuve a Agus nueve meses afuera. Y siento que los chicos hacen esos cambios. Hoy, por ejemplo, la tengo a Luci que tiene 21 viviendo en Hawaii. Se quedó como cuatro meses y ya es el segundo año que lo hace. Va a trabajar de empleada doméstica. Y ella está feliz”, sostuvo la chef.
“¿Cómo se le ocurrió a la joven mudarse allí?” le preguntaron a Botana en el programa radial “Si pasa, pasa” de Radio Rivadavia y ella respondió: “Nosotros fuimos a Hawaii cuatro años porque es un lugar que a mí me gusta muchísimo. Yo siempre traté de viajar mucho”.
“Se ve que a ella (por Lucia) le llegó eso por su personalidad. Ya el año pasado se fue con unas amigas, que eran como siete u ocho. Y este año también”.
“Por eso estas cosas también son importantes, porque con este familión no solo es un bolonqui sino también un tema económico. Así que tratamos de hacer cosas cuidando eso. Y Hawaii fue un lugar que nos cautivó, porque la gente hace la de uno y no se está fijando en el otro”, argumentó Maru.
Los mejores hijos del mundo
“Ella elige eso. En diciembre se va y se queda allá instalada, feliz, trabajando de empleada doméstica y viendo los paisajes. Y a mí me encanta porque es una forma de independizarse también. Gana 40 dólares la hora”, aseguró Botana con mueca de gracia sabiendo lo diferente que es acá.
“Siempre en mi vida quise tener hijos fuertes, independientes y felices. Y es lo que quiero. A Agus le agarró la pandemia cuando estaba en Bélgica y no sabía cuándo iba a poder viajar. Estaba solo en un departamento. Y yo le dije: No vuelvas. Así que se fue a Barcelona y se quedó ahí”, contó Maru Botana.