Antonela Roccuzzo es actualmente la reina del futbol mundial por estar casada con Lionel Messi, pero también por haberse convertido en el pilar de su vida. Literalmente, la joven animó al mejor de todos los tiempos a perseguir sus sueños, lo que finalmente terminó logrando.
Pocos saben que Antonela Roccuzzo tiene una de las imágenes más importantes a nivel mundial, no solo por ser la pareja de un excelso futbolista, sino porque es acreedora de una belleza natural que se complemente perfectamente con el estilo saludable en su vida.
Se sabe que la primera dama del futbol mundial es habitué al gimnasio para mantener una esbelta imagen, que es el resultado de grandes esfuerzos por años. Pero la famosa no llegó a donde está de manera solitaria, sino que tuvo la invalorable ayuda física de su entrenador personal, a quien agradeció públicamente.
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"Felicidades por tu nuevo libro. Gracias por guiarme a un estilo más saludable".
Hace algunas horas, la joven envió un reconocimiento a quien la guió para convertirse en la persona de hábitos saludables que es hoy en día. El entrenador solamente atinó a devolver la cortesía a la esposa del astro argentino por la misma plataforma Instagram.
Ismael Galancho Reina es un profesor de educación física diplomado por la Universidad de Granada, además de ser Técnico Superior en Dietética, Experto en Entrenamiento Personal y posee un Master en Nutrición y Salud en la Universidad de Cataluña.
El joven experimentó un meteórico crecimiento en su desempeño profesional desde que se dedicó al entrenamiento y dirección de espacios dedicados al entrenamiento, al punto que tuvo contacto con personajes famosos, entre ellos, el mismísimo Enzo Fernández.
Su lugar en el mundo
Antonela Roccuzzo es una gran madre y devota esposa; así lo dejó de manifiesto en una de sus más recientes publicaciones en la red social Instagram, donde compartió una postal con Lionel Messi y sus hijos. La postal se volvió viral en tan solo unos momentos, cosechando millones de “me gusta” por parte de sus millones de seguidores y admiradores.
“Mi montaña de amor” decían las líneas que acompañaban la postal en cuestión, donde el mejor del mundo abrazaba a todos sus hijos, mientras los pequeños sonreían. Una gran cantidad de personajes mediáticos se apersonaron a la fotografía para dejar su granito de arena.