Desde octubre del 2021, la salud de la reina Isabel II ha sido un tema de conversación obligado en medios de comunicación de todo el mundo. Esta preocupante situación se había atenuado a principios del presente año, cuando debió atravesar el virus pandémico.
A pesar de haber superado la enfermedad que tuvo en vilo a toda la humanidad en los últimos años, para nadie pasó desapercibida la apariencia que la reina Isabel II presentó en los meses recientes y que preocupó a todo aquel que notara cómo se movilizaba con bastón en mano.
Quedaron atrás los tiempos en que veíamos a una reina Isabel II con una vitalidad impresionante, ya que los años no vienen solos. Esto lo supieron muy bien en el entorno de la familia real británica, la que no dudó en reunirse al enterarse de que la situación había empeorado.
Ha sido en la mañana de hoy que supimos de los médicos que se hallaban atendiendo a Elizabeth Alexandra Mary en el Castillo de Balmoral, donde ella solía pasar estas épocas estivales. A través de un comunicado, informaron sobre la supervisión médica al cuidado de la soberana.
Sin embargo, las últimas esperanzas se marcharon junto con la reina Isabel II, quien dejó este mundo el día de hoy, con 96 años de edad. Su reinado en Reino Unido ha sido uno de los más prolongados, con más de 70 años, habiendo iniciado el 6 de febrero de 1952.
"La Reina (falleció) pacíficamente en Balmoral esta tarde. El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana".
Mediante la cuenta oficial de la Familia Real en Twitter, se ha hecho pública la noticia de que Su Majestad falleció en paz, rodeada por sus seres queridos, y después de haber experimentado una vida repleta de emociones, importantes eventos históricos y controversias que han dejado su marca en la historia para siempre.
Justo a tiempo
En febrero de este año, a través de un comunicado, la reina Isabel II finalmente anunciaba su aprobación a que Camilla Parker pudiera acceder al tratamiento de “reina consorte”, una vez que Carlos de Gales ascendiera al trono, algo que tenía negado hasta ese momento.
La duquesa de Cornualles había tomado su lugar como tal tras haberse casado con el hijo de la reina Isabel II en el año 2005, con la curiosidad de que la fecha de la boda debió ser alterada debido a su coincidencia con otro evento de gran relevancia: el funeral del Papa Juan Pablo II.