Algunos días atrás, Mirtha Legrand y Juana Viale hacían su triunfal regreso a la pantalla chica, de la mano de El Trece, para volver a acompañarnos todos los fines de semana. Como era de esperarse, esta reaparición traería consigo a los más célebres invitados, entre ellos Benjamín Vicuña.
Personaje destacado en múltiples proyectos gracias a su nivel actoral, Benjamín Vicuña también es el principal protagonista de su propia historia, repleta de controversias y de rumores que intentan llenar el vacío que aparece cada vez que su realidad da un giro.
En las últimas semanas, una catarata de acontecimientos plagados muchas emociones fue la que tuvo que experimentar Benjamín Vicuña, habiendo salido no tan ileso de los mismos, algo que cualquiera de nosotros comprende a la perfección.
Ahora, el reconocido empresario volvió al centro de la atención mediática con su participación en “Almorzando con Juana”, donde desclasificó cuál es su presente y le dio un cierre a un par de especulaciones sobre su persona. Aparte de ello, una sorpresa causó que perdiera la compostura.
En un momento del almuerzo con Juana Viale y compañía, Benjamín Vicuña fue sorprendido con unos videos muy especiales, que contenían los saludos que sus hijos en común con Pampita le habían enviado. Cada uno con su particular anécdota, lograron emocionar a su padre.
“Son mi vida”.
Tal como pudimos apreciarlo en la emisión del programa, el famoso actor no se contuvo y rompió en llanto mientras veía y escuchaba los registros que le acercaron a Bautista, Beltrán y Benicio por unos instantes. Entre recuerdos futbolísticos y de su abuelo, quien dejó este mundo recientemente, Vicuña quedó más que complacido con semejante regalo.
Semanas difíciles
También durante a su participación en “Almorzando con Juana”, Benjamín Vicuña no pudo evitar atravesar un momento de silencio que llamó la atención de todos los presentes, y hasta de la audiencia que posteriormente observó su insólita reacción.
Sucedió que el intérprete chileno estaba hablando acerca de su nueva película, “Miénteme”, y de las personalidades que lo acompañaron en la misma; pero esto no halló su continuación debido a una insólita pausa, la que Vicuña identificó como “un lapsus”, para luego seguir con su relato. Sin duda, una comprensible señal de agotamiento.