armela Bárbaro se dejó ver muy concentrada y enfocada durante une reciente entrevista. Allí, la comunicadora confesó que está haciendo lo mejor que puede para acompañar a Elena, de 13 años, la hija que tuvo con el fallecido periodista rosarino Gerardo Rozín, de quien se había separado hace diez años, pero con quien mantenía un muy buen trato.
Carmela Bárbaro, ex esposa del fallecido Gerardo Rozín a causa de un tumor cerebral, admitió cómo transcurren sus días luego de pasar por un momento tan doloroso como fue el perder al padre de su hija.
“Estoy atenta, mirando dónde hay que pedir ayuda, qué hay que hacer, qué hay que organizar, armando planes... Estoy muy concentrada en que mi casa funcione y que mi privacidad esté ordenada.” Detalló la panelista de “Momento D”, el único trabajo que este año decidió encarar.
“El año pasado tenía tres.” Señaló la periodista. Así mismo, explicó que necesitaba concentrarse en lo importante y minimizar sus obligaciones. “Para poder tener energía y cabeza para pensar en mi casa”. Explicó, y agregó: “No te digo que está todo bien, pero está calmado, organizado. Llevo, busco, traigo, armo, amigo, voy.”
La comunicadora aclaró que desde que se enteró del diagnóstico de su ex esposo, en marzo del 2021, ya había empezado a re planear su vida. “Yo pensé mi estrategia desde el año pasado, asumí que tenía que tener más disponibilidad, más cabeza, más tiempo”.
"Rechacé dos ofertas buenísimas de laburo el año pasado."
“Yo sabía que tenía que preocuparme por mi familia. Por eso rechacé dos ofertas buenísimas de laburo el año pasado. Lo hice con mucha conciencia de que no iba a poder cumplir, de que no iba a estar a la altura porque no te da la cabeza, no te dan las horas del día.” Puntualizó Bárbaro.
La separación entre Carmela Bárbaro y Gerardo Rozín
La misma Carmela Bárbaro admitió también que no fue fácil la separación con Gerardo Rozín, que desde 2015 y hasta sus últimos días estuvo de novio con Eugenia Quibel. Con el transcurso del tiempo ambos pudieron construir un buen vínculo, pero la ruptura, cuando Elena tenía 3 años, fue muy dramática.
“Nos llevamos muy, muy, muy mal durante un año y pico y después armamos con lo que había.” Rememoró la periodista y se sinceró: “Un divorcio te arrasa. Y cuando ese proyecto, así pensado y armado, se desarma, te desarma a vos también. Tenés que barajar y dar de nuevo y es re doloroso. Sufrí un montón, Gerardo también”.