Nico Occhiato, Nati Jota, Nacho Elizalde y Flor Jazmín son los encargados de llevar adelante “Nadie dice Nada” a través de las plataformas digitales de YouTube y Twitch. Sin embargo, Luzu TV es el medio que se encarga de llevar “algo diferente” a quienes prefieren la vía streaming.
“Nadie Dice Nada” es el programa más visto y escuchado de los últimos tiempos, puesto que el gran alcance que ha tenido es algo increíble. El público argentino ha sido conquistado con algo novedoso, fresco y que sale de lo común, en comparación con los clásicos programa de entretenimiento televisivos.
Esta nueva manera de generar contenido ha sido un gran éxito en estos nuevos tiempos, donde los jóvenes demandan otro tipo de entretenimiento. Según palabras del mismo Nico Occhiato “hay que dar lugar a nuevos estilos de comunicadores, productores y artistas”.
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“Nadie Dice Nada” se ha caracterizado por llevar a grandes artistas y tener conversaciones muy interesantes. Las declaraciones de muchos famosos han dado que hablar en los últimos días, como por ejemplo Jimena Barón, Lali Espósito, Adrián Suar, Sebastián Yatra, Nati Natasha, entre otros.
El último gran invitado que tuvieron los chicos en el programa de Luzu TV fue el cantante Manuel Turizo, quien se animó a confesar muchas cosas inéditas de su vida. Sin embargo, lo que más eco hizo sobre el paso del cantante, fue el gesto que tuvo con Nati Jota, que enamoró a muchos.
Como pudimos ver en las historias de la cuenta oficial de Instagram de “Nadie Dice Nada”, la influencer pudo cumplir su sueño y el de muchas fanáticas. Nati bailó junto a Manuel Turizo su canción más famosa, “La Bachata” y se llevó varios elogios del artista, por saber los pasos básicos de este baile.
Los comienzos
Hace unos días, el equipo de “Nadie Dice Nada” estuvo participando en el festival “América Rockstars”, donde Nico Occhiato sorprendió al público al hablar de sus comienzos en la televisión, antes de ser la persona famosa que es ahora y de tener el gran éxito que tiene.
“Era muy vago al principio, tenía 18 años y la presión de elegir que iba a hacer el resto de mi vida, pero no tenía idea, ni me animaba a soñar lo que soy hoy. No tenía contactos con medios. No quería estudiar y me mandaron a laburar repartiendo pan desde las 3 de la mañana hasta las 15 de la tarde”, comentaba Nico.