"Las personas resilientes no olvidan el pasado, pero tampoco viven en él, sino que se reflejan hacia el futuro. La persona empieza a mirar cómo superar la dificultad. Y tienen claro para dónde van. ¡Afrontar una situación difícil, vivirla tal y como es, implica sentir dolor!", sentenció Dante Gebel.
Todos los sábados, en los últimos segundos de “La Divina Noche de Dante” Dante Gebel reflexiona sobre distintos aspectos de la vida. En esta nueva oportunidad frente a su querido público, el conductor habló sobre los aprendizajes que debe obtener una persona sobre las adversidades que le toca afrontar.
A su vez, el conductor de El Nueve en su reflexión “Cenizas del pasado”, de hace un par de semanas, dijo: “El camino de la vida puede curvear con rapidez y tenemos que afrontar con valentía y fe los difíciles atajos y desviaciones que inevitablemente encontraremos.
Te podría interesar
“Recuerda que David dice: Esto no va a durar para siempre. Aguanta y espera que tu vida gire hacia algo mejor. ¡Vas a salir de esto! El pasado nunca te define; mucho menos la nostalgia. Aun en nuestras peores decisiones, Dios estuvo ahí”, sostuvo el orador sobre las cosas del pasado.
Para ejemplificar qué es lo que se debe hacer frente a esta cuestión, Gebel dijo: “Su amor no se basa en nuestro perfecto desempeño, sino en el perfecto amor que Él tiene por nosotros. Por eso hay que redirigir nuestra nostalgia hacia Él. ¡Barre las cenizas del pasado y súmate a la fiesta!”
En su “Podcasts” de reflexiones Gebel recientemente habló sobre “Surfear la vida”. “A veces Dios nos libra del dolor, pero casi siempre se vale de él para trabajar en nosotros y que, al sanar después de pasar por el valle de lágrimas, podamos entender y ayudar a otros”, mencionó.
Fuente: (El Nueve).
Surfear la vida
“Muchas veces el proceso de sanidad comienza con la decisión valiente de confesar el dolor, aceptar responsabilidad por las decisiones que tomamos, y también aceptar los eventos que no podemos controlar, los que acontecen”, aseguró Dante Gebel sobre el proceso de sanación de uno mismo.
“Si aprendemos a surfear la vida con esperanza y con fe, saldremos más fuertes y sabios de las épocas de sufrimiento, ya sea por un divorcio, un diagnóstico difícil, un hijo rebelde o el fallecimiento de un ser querido. No se pueden esquivar las tormentas, pero sí podemos elegir la forma en que reaccionamos ante ellas”, cerró.