Hace algún tiempo que los picantes cruces entre L Gante y Alex Caniggia comenzaron a dar que hablar, desde que el segundo iniciara el pleito mencionando que la música del primero no merecía reconocimiento alguno por considerar que las producciones de los 80s y 90s eran mucho mejores.
Esto motivó la rápida respuesta de L Gante, aduciendo que sus pertenencias eran mucho más valiosas que las de Alex Caniggia y que puede dar fe que obtuvo todo lo que tiene por esfuerzo propio y no habiendo heredado todo de sus padres.
Pero la cosa no quedó allí, ya que, en sus redes sociales, el hijo de Mariana Nannis mencionó que es de la “alta sociedad” y que come “caviar”, deslizando, además, el clásico dicho popular que reza “aunque el mono se vista de seda, mono se queda” en alusión a su contrincante.
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Nuevamente, la respuesta del cantante no se hizo esperar y respondió con una postal en la que rezaba la frase “High Society” y una postal de su hija comiendo una feta de queso, junto a una pequeña mesa vidriada sobre la que descansaban diferentes cortes de fiambre y varios comensales preparándose sándwiches.
Muchos consideran que las hostilidades comenzaron en el momento que Alex mencionó lo de la música, sin embargo, el cumbiero dio a conocer que con anterioridad había mantenido un contacto con el mediático en el que recibió amenazas de su parte.
"Cuando te vea te rompo. Simio ignorante".
Esto habría ocurrido cuando el hijo del exfutbolista había querido mantener un intercambio supuestamente amistoso con Elián y al haberse frustrado la reunión, arremetió con otro tono en su contra. Evidencias de una frustración que llegan a un punto donde la violencia y discriminación en las redes está bastante mal vista.
La venta
En medio de la polémica por el cruce entre L Gante y Alex Caniggia, un nuevo evento coloca al segundo en la mira de todos los portales de noticias por lo insólito de su naturaleza. Resulta que, en sus redes sociales, el mediático comenzó a vender sus prendas de vestir y algunos calzados.
Sin embargo, lo que más causó el asombro de sus miles de seguidores fueron los precios que rondaban desde los 2000 pesos a los 100.000. Cifras astronómicas para el común de la gente que ve en el famoso un personaje más que “nefasto” para la sociedad argentina.