De la noche a la mañana, la vida de Piñón Fijo, el payaso más famoso de la televisión local, se volvió un verdadero calvario. Es que en los primeros días del mes de agosto salió a la luz una fuerte interna familiar que lo dejó muy mal parado ante su público y seguidores.
Luego de que se conocieran los escándalos detalles de la interna que mantenía con sus hijos, quienes se acoplaron a su aventura televisiva, Piñón Fijo, quien se refugió en los últimos meses en localidades y municipios del norte argentino, reapareció y aseguró lo que muchos sospechaban.
Sí, el payaso mencionó que tiene esperanzas de que el vínculo entre sus pares se componga lo más antes posible. Cabe recordar que el animador perdió contacto con su esposa, Karina Suárez, con sus hijos, Jeremías y Sol. Y por lógica también con sus nietos Luna y León.
Tan grave es el conflicto que Fijo aún no pudo conocer personalmente a León, el segundo hijo de Sol. “Fueron días difíciles estos últimos, no sólo por mí sino por los que amo, quiero y que pagan las consecuencias por mis acciones”, fue lo que mencionó el artista cuando surgió el problema.
Hace unas horas, Piñón Fijo habló con un medio de Córdoba y dijo: “Uno se ha vuelto viejo, pero feliz. Tratando de aprender un poco de la huella, del camino. Quizás cuando uno era más joven y era más arrebatado, quería que las cosas fueran ya y como yo quiero”.
“Y cuando se entrelazan historias y caminos de vida que tienen que ver con seres que uno ama, uno también tiene que aprender a esperar y tratar de ser cauteloso para no dañar al otro. El amor está ahí. Está acá: para los nietos está acá”, mencionó mientras señaló su corazón.
Última palabra
Piñón Fijo dijo que extraña mucho a sus nietos. “Lunita, más que nieta, es una amiga. Teníamos un vínculo de amigos. Tengo mucha esperanza de que se va a recuperar el vínculo, tarde o temprano. Y a Leoncito no lo conozco, pero también tengo esperanza de conocerlos”, mencionó.
“Para eso hay que defender la sanidad, mientras tanto. No vaya a ser cosa de que cuando te (habiliten) la puerta, no puedas estar a la altura de esa sanidad. La obligación que a uno le queda es estar parado, como dice la canción de Rubén Blades. Estar de pie y listo para ese abrazo”, cerró Fabián Gómez, el hombre detrás del payaso.