Los jubilados y pensionados de ANSES recibirán en abril de 2024 el segundo aumento del año, según la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que se aplica desde este año. El incremento será del 15%, de acuerdo a la evolución de la inflación y los salarios del último trimestre de 2023.
El aumento del 15% se suma al 27,18% que se otorgó en marzo, lo que implica una suba acumulada del 45,65% en el primer semestre de 2024. De esta manera, el haber mínimo abandonará la franja de los $134.446, que fue lo que percibieron los jubilados sin el bono de los 70 mil pesos otorgados por ANSES.
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La nueva fórmula de movilidad jubilatoria se basa en un 50% en la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el INDEC y en un 50% en la variación de la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE).
Estos dos indicadores se toman con una demora de seis meses, por lo que el aumento de abril refleja lo que ocurrió entre octubre y diciembre de 2023. La nueva fórmula fue propuesta por el gobierno de Javier Milei, que derogó la fórmula anterior que se basaba en un 70% en la inflación y en un 30% en la variación de los recursos tributarios de ANSES.
Según el gobierno, la nueva fórmula busca recuperar el poder adquisitivo de los jubilados y pensionados, que se vio afectado por la alta inflación y la devaluación del peso. Sin embargo, la nueva fórmula también ha generado críticas y cuestionamientos de la oposición y de algunos sectores sociales, que la consideran insuficiente e injusta.
Según estos sectores, el aumento del 15% está por debajo de la inflación proyectada para el primer trimestre de 2024, que se estima en torno al 20%. Además, señalan que la nueva fórmula no contempla la situación de los jubilados que cobran la mínima, que representan el 80% del total, y que están por debajo de la línea de pobreza.
Bono
Para compensar esta situación, el gobierno ha otorgado a través del ANSES un bono de $70.000 a los jubilados y pensionados que cobran la mínima. Sin embargo, este bono también ha sido cuestionado por su carácter extraordinario y no permanente, y por su escaso impacto en el bolsillo de los jubilados.
El debate sobre la movilidad jubilatoria se da en un contexto de crisis económica y social, que afecta especialmente a los adultos mayores, que son uno de los sectores más vulnerables de la población. El desafío para el gobierno es lograr que los haberes jubilatorios se ajusten de manera adecuada y equitativa, y que garanticen una vida digna y un acceso a los derechos básicos de salud, educación y vivienda.