Si el hibisco es aún desconocido para vos, a continuación, te contamos todos los cuidados y beneficios de esta hermosa planta, perfecta para decorar el hogar. Y es que sus llamativos colores, con cinco pétalos súper atractivos y llena de antioxidantes son las predilectas a la hora de decorar.
El hibisco, es una planta medicinal y aromática que cada vez resuena más en jardinería. Hay plantas que, de a poco, van marcando tendencia en el mundo de la decoración de interiores, así como se van haciendo conocidas por sus propiedades medicinales. Este es el caso de esta hermosa planta.
El hibisco es más bien conocido por tener una flor con cinco pétalos de color rosa, blanca, amarilla o violeta, sumamente atractiva. Además de contar con un aroma dulce y potente, por lo que suele utilizarse como aromatizante y decorativo en coctelería.
En cuanto a los beneficios medicinales, esta planta suele prepararse en infusiones para calmar la digestión, la acidez estomacal y el estreñimiento. Por si eso fuera poco, ayuda a aliviar los resfriados comunes e, inclusive, se la puede utilizar para terminar con el insomnio y el estrés.
El hibisco, también conocido por el nombre científico de hibuscus o hibiscus rosa sinensis, viene de la familia Malvaceae, originaria de las regiones tropicales y subtropicales. Popularmente, y según la zona geográfica, ha recibido los nombres de “La rosa de China”, “Flor de Jamaica” o “Cayena”.
Así, la rosa china es ideal para la zona exterior. De hecho, lo más recomendado por los expertos de jardinería es situarla al aire libre, pero en zonas de sombra, ya que no puede soportar la luz solar directa. Si la cultivamos en maceta suele llegar a los 2 metros de altura, como mucho.
Los cuidados del Hibisco
Según los expertos en jardinería, el hibisco se adapta mejor a las temperaturas templadas, e incluso frías. La temperatura ideal es entre los 13 y 21 grados. A la hora de regarla, se recomienda mantener la tierra húmeda, con cuidado de que no escarche si hace demasiado frio. En temporada de altas temperaturas se aconseja mantenerla fresca con abundante agua y alejada de la luz directa.
Como la cayena inicia su floración en primavera, es aconsejable, si así se quiere, incorporar un poco de abono específico para ella cada 15 días. También podemos ayudarla a que crezca más linda podando los brotes del año anterior y eliminar las ramas en mal estado a comienzo de la primavera.