Ya sea en verano como en invierno, las compañeras ideales de nuestra casa son las plantas que tanto adoramos y que dejan en el hogar un aire más limpio y con más color. Si bien es mucho lo que nos aportan, lo cierto es que también debemos nosotros ocuparnos de ellas.
Mientras que algunas personas parecerían tener dominado el arte del cuidado de las plantas, otras pasan por momentos más complejos a la hora de llevarlo a cabo, al punto de que, ya sea por un descuido, falta de tiempo o ausencias inesperadas, nuestras amigas verdes terminan sufriendo las consecuencias.
Si te pasó a vos también, no te pierdas estos consejos para recuperarlas: primeramente, si lo que observamos en las plantas son hojas amarillas, lo más probable es que se trate de falta de riego. Se recomienda quitar todas esas hojas, para luego regarla lo suficiente, sin exagerar, y cuidar de mantenerla lejos del sol en horas del mediodía.
En cambio, si lo que creemos que sucedió fue un exceso de riego, esto resultará visible en el sustrato, que presentará un tono verdoso, así como en una falta de crecimiento de estos seres vegetales. En este caso, debemos realizarle la extracción de la maceta y del sustrato, sin dañar las raíces. Posteriormente, deben ser ventilados por 12 horas o más, dependiendo de cuán húmedos se hallaban.
Cuando veamos que las raíces volvieron a tener su color blanco característico, esto significa que las plantas están mejor. De lo contrario, deberán ser cortadas por estar enfermas. De gran importancia también será cambiar el sustrato y aplicar el fungicida apropiado.
Por otra parte, si de hojas caídas hablamos, esto podría deberse a una falta de riego, demasiada exposición al sol o por las corrientes de aire que pudieron haber dañado las plantas. Para las últimas opciones, una solución alcanzable y sencilla es colocarlas en otro sitio, donde tengan un espacio más seguro.
Las hojas delatan
Finalmente, si lo que vemos en nuestras plantas son hojas con deformidades y decoloradas, lo más probable es que se deba a que estarían siendo abordadas por la araña roja. Sí, también debemos tener cuidado con la aparición de estos ácaros que logran dañarlas al alimentarse de ellas.
Para proteger debidamente estos seres vegetales que tanto bien les hacen a nuestros hogares, lo mejor es contar con plaguicidas aptos, tanto para eliminar las plagas como para no perjudicar las plantas, como lo pueden ser el aceite de neem y el jabón potásico.