Con la aproximación del verano, las personas buscan que las comidas sean más livianas, frescas y que, sobre todas las cosas, no requieran mucho tiempo de preparación, es por ello que te acercamos una de las recetas que nunca falla para el almuerzo o la cena.
Las ganas de cocinar cuando las temperaturas son elevadas no son las mismas que en los meses pasados, donde pasar un rato en la cocina preparando recetas contundentes podía considerarse un gran plan familiar. Pese a que esta actividad se vuelve algo tediosa en esta época, es importante que busques alternativas en la dieta diaria con la cual puedas incluir todos los nutrientes que el organismo necesita.
Definir las recetas que se implementarán, tanto en el almuerzo como en la cena, muchas veces se termina convirtiendo en una tarea titánica, sobre todo para aquellos que trabajan y estudian o para las familias con muchos integrantes.
Es sumamente importante saber que, estar bien alimentados nos asegura poder mantenernos saludables y con la energía necesaria para afrontar los compromisos que tenemos dentro de la rutina diaria.
Si bien, muchas veces resulta un verdadero desafío definir las recetas que se llevaran a cabo para preparar el almuerzo, la cena o las viandas que se llevan al trabajo o al colegio, lo cierto es que existen miles de opciones de recetas rápidas, nutritivas y que resultan apetecibles para todos los integrantes de la familia.
Las croquetas de pollo y espinaca son una de las tantas recetas que puedes preparar y con la cual aportarás las vitaminas y nutrientes que se necesitan a diario, además, resultan muy fáciles, económicas y rendidoras. Para preparar este manjar, debes contar con los siguientes ingredientes: 1 muslo de pollo, 100 gramos de espinaca, 1 cebolleta, 2 dientes de ajo, perejil, ½ litro de leche, harina, pan rallado, aceite de oliva y sal a gusto.
Preparación
Los pasos para realizar este tipo de recetas son muy simples. En primer lugar, debes hervir la pieza de pollo, con algunas hierbas aromáticas para darle un sabor más intenso, una vez que este cocido, retirarlo del caldo y picarlo finamente. No olvides reservar el caldo.
Luego, picar el ajo y la cebolla, rehogarlos con aceite de oliva, agregar 100 gramos de harina y ½ litro de caldo, y remueve hasta conseguir una mezcla homogénea. Una vez conseguido este punto, incorporar la leche y seguir batiendo hasta que todo esté integrado. Agregar las espinacas y el pollo picado (también puedes colocarle queso y jamón en el relleno). Es importante que esta mezcla, la cual tiene una consistencia de masa, descanse unas horas en el refrigerador. Por último, cortar en trozos, pasarlas por huevo y pan rallado y freírlos en una sartén con abundante aceite.