Los días son cada vez más cálidos en esta parte del mundo y esto trae consigo la necesidad de velar por nuestro bienestar y nuestra salud, ya que las temperaturas superiores a las acostumbradas acarrean un problema que solo el agua puede solucionar: la deshidratación.
Como bien sabemos, el agua es el elemento principal en la composición de nuestro organismo y su presencia es lo que hace posible que su funcionamiento se dé de manera adecuada. Por eso, resulta muy importante para nuestra salud estar en conocimiento de cuánta agua debemos beber.
En materia de salud, saber en qué momentos debemos incorporar el líquido vital en el organismo resulta más que necesario. Cuando tengamos sed o cuando nuestra orina tome un color más oscuro, el agua será la solución, así como durante la ingesta de comida y el ejercicio físico. En este último caso, también se recomienda beberla antes y después de la actividad.
Sin lugar a dudas, los beneficios de mantenerse hidratado nos permiten llevar adelante una vida sin muchos problemas de salud, ya que el agua posibilita la estabilidad de la temperatura de nuestra persona, al igual que ayuda a deshacerse de los desechos propios, protege nuestros tejidos y brinda lubricación a nuestras articulaciones.
Por otra parte, es importante señalar algunos factores que influyen en su apropiada incorporación. Entre los mismos, enumeramos: la pérdida de agua por realizar actividad física, así como por el clima de nuestro entorno; la circunstancia de embarazo o de lactancia, por amamantar; y el estado de salud en el que uno se halle, pues de estar enfermo, la ingesta de agua es más que recomendada.
Como indicaciones últimas, recordamos que se debe considerar cuánto es el líquido vital que se necesita añadir a nuestro organismo habitualmente. Se sabe que esa cantidad varía, pero que está estimada en más de 2 litros y medio para las damas, así como en casi 4 litros para los hombres. No es común que se beba más agua de la cuenta, pero, de hacerlo, podría traer problemas para la salud.
Otras fuentes de hidratación
Podríamos adivinar que las cantidades mencionadas en el apartado anterior podrían llegar a pensarse como excesivas, pero cabe aclarar que el agua también proviene de otras fuentes a las que solemos acceder. Por el bien de nuestra salud, una alimentación saludable debe ser complementada.
Nos referimos a la necesaria incorporación a nuestra dieta de alimentos que contengan un sustancial porcentaje de agua, como lo pueden ser todo tipo de verduras y frutas, siempre recomendadas para una buena salud. Asimismo, en otros alimentos y bebidas de consumo diario igualmente hallaremos este esencial líquido.