El pasado 10 de Mayo, Tiago PZK brindó en el Movistar Arena de Buenos Aires un show que dejó impactado al público. Con entradas agotadas y un espectáculo cargado de expectativas, el artista brindó una experiencia escénica completa en la que presentó oficialmente a su nuevo alter ego, Gotti.
Sin duda alguna, la noche estuvo llena de sorpresas, simbolismo y emoción, consolidando al cantante como uno de los artistas más innovadores del momento.
El inicio del espectáculo fue tan impactante como inesperado: Tiago PZK apareció suspendido en el aire, descendiendo desde una gigantesca ave negra, dando paso a una especie de “ritual de renacimiento” artístico.
En el escenario lo esperaba una tumba simbólica con su nombre, desde la cual lanzó una frase cargada de ironía: “Qué lástima que te fuiste, tenías buenos temas”. Con este gesto, el músico dio por finalizada una etapa y dio la bienvenida a su nueva identidad artística: Gotti.
Durante el show, el repertorio incluyó varios de sus grandes éxitos como “Entre Nosotros”, “Casa de Chapa” y “Piel”, tema que interpreta junto a Ke Personajes y que ya acumula millones de reproducciones. También hubo momentos íntimos, como cuando cantó “Griselda” acompañado por su madre, lo que desató una ovación emocionada del público.
La producción del evento fue de primer nivel. Más que un simple concierto, Tiago PZK construyó una narrativa visual y sonora que mostró su evolución como artista. El concepto de dejar atrás a Tiago PZK para dar vida a Gotti fue trabajado con una estética fuerte y coherente, lo que demuestra su ambición por ir más allá de la música urbana tradicional y ofrecer un espectáculo integral y artístico.
El comienzo de una nueva etapa
Con invitados de lujo como Lit Killa y Nicki Nicole, Tiago PZK no solo presentó nuevas canciones, sino que se presentó a sí mismo bajo una nueva luz.
Lo que ocurrió en el Movistar Arena fue el comienzo de una nueva etapa cargada de significado, creatividad y riesgo. Si este show es un adelanto de lo que viene con Gotti, su público puede esperar una etapa mucho más intensa, personal y poderosa.