Jimena Barón es una de las artistas del momento y siempre que brinda algún tipo de declaración estas causan mucho revuelo. Esta vez estuvo en el programa de “Sería Increíble” y habló sobre su separación de Daniel Osvaldo y de cómo se enteró de ello.
Jimena Barón y Daniel Osvaldo se separaron en el año 2015, con algún acercamiento durante el 2020. Sin embargo, las cosas no funcionaron y terminaron el vínculo sentimental, poco después de que naciera el hijo que comparten, Morrison.
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De acuerdo a las palabras de la cantante, el quiebre no sucedió de inmediato, sino que fueron las decisiones del exfutbolista las que terminaron con el lazo sentimental. Recuerda, por aquel entonces, que vio en la televisión que él estaba con otra dama y tatuándose el nombre de ella.
“Un día prendí la tele y estaba ese señor tatuándose un nombre; se había ido de casa el día anterior”
La famosa retornó de Europa, según cuenta, con una sola maleta para su hijo y que no podía conciliar una vida, luego de lo que había sucedido. Fue cuando comenzó a asistir a una profesional psicóloga que la ayudó a levantarse, después de tamaño problema.
La artista recuerda que estuvo muy mal de salud, con poco peso y que sufría episodios de pánico. También que nunca recibió noticias de lo que estaba haciendo su expareja, ya que no le había comentado la situación de que estaba con otra dama.
“No podía con mi vida, estaba flaca, horrible, nerviosa y muy angustiada”
Como muchos saben, el famoso mantuvo una vida de lujos y diversión que luego le costaría su salud mental y sus actividades profesionales, al punto que hace algunos meses confesó que padecía una fuerte depresión de la que muchos dudan al momento.
Las críticas
Jimena Barón y Daniel Osvaldo fueron una de las parejas más notables del ambiente farandulero nacional, sin embargo, se separaron de la forma más mediática posible. Desde ese momento, no fue la cantante la que cosechó la marea de críticas, sino el exfutbolista.
El mediático se ganó el descrédito nacional, fue ampliamente criticado y hasta recibió los peores apelativos de periodistas, pero también de la sociedad argentina. Sus problemas emocionales no terminaron de convencer y se dice que lo hizo para disipar su mala imagen.