Rodrigo De Paul se ha convertido en uno de los futbolistas más mediáticos de los últimos tiempos, y es que cuando se pensaba que el escándalo que armó con Tini Stoessel y Camila Homs había quedado en el pasado, llega uno nuevo para continuar con la polémica.
Rodrigo De Paul cumplió años hace unas semanas, pero durante la fecha estaba en España, donde lo celebró junto a sus hijos y algunos seres queridos. Sin embargo, con su llegada a la Argentina, el festejo que llevó a cabo en el país se descontroló por completo.
Te podría interesar
En un principio, lo único que se sabía era que el deportista celebró la llegada de sus 30 en un boliche top de la ciudad de Buenos Aires, donde el ingreso con celulares estaba prohibido, para así evitar que se difundiera contenido de lo que sucedió esa noche.
Obviamente, hubo personas que sí ingresaron con celulares y los detalles de la fiesta comenzaron a circular. Lo más escandaloso fue la supuesta infidelidad de Alexis Mac Allister con Rocío Robles, causando un tremendo revuelo, pero la verdad aún no salía a la luz.
Cuando todos hablaban del karma de Ailén Cova, dada las circunstancias de sus comienzos con el colorado, salió el representante de este y dio las explicaciones que nadie jamás imaginó. En comunicación con Ángel de Brito, se supo que Rocío Robles habría estado con De Paul.
“Me está confirmando que estuvo con Rodrigo De Paul”.
“La realidad es que Robles salió con el anfitrión del cumpleaños. Mac Allister llegó solo y se fue solo”, expresaba el mensaje que le llegó a de Brito, quien luego aclaró: “o sea que me está confirmando que estuvo con Rodrigo De Paul. Le agradecemos a Ramiro Rodríguez”.
Como loco
Entre otras de las cosas que se comunicó sobre la fiesta que organizó Rodrigo De Paul, se supo que él “estaba como loco” y la lista de invitados estaba compuesta por “90 señoritas y 30 muchachos”, tal y como lo informaron desde “Socios del Espectáculo”.
Además, se dijo que las jóvenes que asistieron “tenían un estilo” particular y que las pasaron a buscar en autos ajenos, para evitar que la prensa supiera de quienes se trataba o que buscasen el nombre con la patente.