La leche de almendras se convirtió en una de las alternativas más elegidas para aquellos que deben o quieren reemplazar las leches tradicionales, generalmente de origen animal, las cuales se incluye en la alimentación diaria, ya sea para preparar el desayuno, la merienda y otras comidas.
La leche de almendras tiene origen vegetal, por lo tanto, esta representa una excelente opción para aquellos que buscan o deben segur un tipo de alimentación distinto al tradicional, ya sea por gusto o por algún inconveniente de salud.
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La leche de almendras es una fuente indiscutible de vitaminas y minerales, entre los que se destaca el alto contenido de vitamina E y B, grasas saludables, proteínas e hidratos que ayudan al funcionamiento del organismo.
Esta bebida alternativa, puede utilizarse de la misma manera que la leche de vaca, por lo tanto, con ella se puede realizar el desayuno, la merienda y como ingrediente de otros platos.
Está comprobado que los beneficios que aporta son muy amplios, entre los que se destaca su poder estimulante en el sistema digestivo, facilitando el tránsito intestinal, es antioxidante, por lo que mantiene el pelo, las uñas y la piel en condiciones óptimas.
También se sabe que la leche de almendras, al tener muy pocas calorías, ayuda a nivelar el grado de azúcar en el torrente sanguíneo, fortalece las venas, el corazón y aporta múltiples nutrientes para un buen desarrollo y funcionamiento del cerebro.
Receta casera
La leche de almendras es un producto que puede hallarse con facilidad en cualquier comercio, ya que su popularidad llevó a que muchas marcas de lácteos la incluyan entre sus productos.
Su preparación es muy fácil, solo debes contar con 150 gramos de almendras o el equivalente a un vaso (deben estar remojadas previamente unas 8 horas antes de la preparación), 750 ml de agua, canela o vainilla para perfumar (opcional). Introducir los ingredientes en la licuadora, procesar hasta obtener la leche, colar para quitar los residuos y conservar en botellas de vidrio en la heladera.