La manicura francesa se ha convertido en un clásico de las uñas que nunca pasa de moda. Las tendencias se renuevan con el tiempo, pero este diseño, aunque muchas veces se ha visto innovado, ha sabido cómo ganarle al tiempo y mantenerse en el podio de los más elegidos.
La manicura francesa es una de las favoritas gracias a su toque elegante y sofisticado que le aporta a las uñas, que a pesar de ser un diseño sencillo, aporta siempre lo mejor. Sin embargo, muchas veces puede resultar complicado hacerlo desde casa, por lo que hoy veremos algunos consejos.
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Comienza eliminando cualquier esmalte de uñas anterior con un quitaesmalte suave. Luego, lima tus uñas para darles la forma que más te guste, para poder equilibrar tu manicura. Además, no olvides empujar suavemente las cutículas hacia atrás.
Aplica una capa delgada de esmalte translúcido como base. Esto ayudará a proteger tus uñas y a que el esmalte de la manicura francesa se adhiera mejor. Lo ideal es utilizar algún esmalte que aporte calcio o los nutrientes que tus uñas necesitan.
Utiliza un esmalte blanco o un pincel con esmalte blanco para pintar la parte superior de tus uñas, creando la clásica "punta francesa". Puedes hacerlo con cuidado a mano alzada o usar guías adhesivas para ayudarte a conseguir una línea recta y uniforme.
Deja secar el esmalte blanco completamente antes de continuar. Esto asegurará que no se mezcle con el esmalte translúcido cuando apliques la capa final. Para un secado más rápido se puede utilizar una cabina de luz led o sprays que vienen para esta función.
Pasos finales
Una vez que la punta blanca esté completamente seca, aplica una capa de esmalte translúcido sobre toda la uña. Esto ayudará a sellar y proteger tu manicura francesa, además de proporcionarle un brillo adicional.
Después de que la capa final se haya secado por completo, aplica una gota de aceite para cutículas o crema hidratante alrededor de las uñas para mantener la piel suave e hidratada.