"Gran Hermano" se ha convertido en el programa más picante de la pantalla chica, el cual constantemente está generando contenido con sus polémicos participantes y, por supuesto, ubicándose como el reality con más espectadores de toda Argentina.
Esta nueva temporada de "Gran Hermano" no solo ha cautivado a todos los argentinos, sino que también ha generado revuelo en países vecinos como en Chile y Uruguay, donde algunos de sus participantes son conocidos por su avasalladora personalidad.
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El pasado domingo, luego de que Santiago del Moro decidiera educar a Agostina Spinelli por su desafortunado comentario sobre la AMIA, fue de a poco develando los concursantes que seguían en competición y, obviamente, permanecían en a casa.
Joel fue el primer salvado por el público de "Gran Hermano", Virginia la segunda, Isabel la tercera y Agostina la cuarta. Como era de esperarse, y básicamente lo que todos querían ver, quedó el mano a mano y la fascinante final entre "Furia" y Lisandro.
Después de varios minutos de misterio, el propio conductor no dudó en dar el nombre del participante que abandonaría la casa y quedaría fuera de competencia por los 50 millones y la casa: Lisandro, a pesar de su esfuerzo por quedarse, debió dejar el programa.
Mientras el participante de "Gran Hermano" intentaba despedirse de sus compañeros y brindarles lindas palabras de aliento, era Agostina quien anunciaba su retiro del ciclo, asegurando que no podría vivir con una persona violenta, cínica y agresiva como "Furia".
Confirmado
Decidida, incluso después de mantener una conversación privada con Santiago del Moro en el confesionario, se dijo que la concursante habría comunicado su decisión de quedar afuera de la casa más famosa del mundo, donde cientos de personas darían lo que sea por estar.
En este caso, después de las sospechas por el corte de trasmisión de "Gran Hermano" por DGO, Santiago del Moro confesó y confirmó que Agostina habría tomado sus valijas y abandonado la residencia en la madrugada de este martes. Los "furiosos", obviamente, festejan como nunca.