Los brownies son uno de los bocaditos dulces más populares de Estados Unidos, los cuales se convirtieron en una de las recetas más preparadas a nivel mundial, y no es para menos, ya que su sabor y textura son realmente irresistibles.
Los brownies sirven para sumar a la hora de la merienda o el desayuno, aunque, también son ideales para sumar a una mesa dulce especial y hasta son un perfecto regalo para aquellas personas fanáticas del chocolate, es por ello que a continuación te detallamos los ingredientes y pasos de la receta.
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Para preparar uno exquisitos brownies necesitas: 150 gramos de chocolate amargo, 100 gramos de manteca, 4 huevos, 300 gramos de azúcar, 100 gramos de harina 0000, 100 gramos de nueces.
Receta: 1. Batir los huevos con el azúcar hasta que estén unidos. 2. Colocar el chocolate con la manteca a baño maría hasta que se derrita. 3. Una vez derretido, incorporar el chocolate a la mezcla del huevo.
4. Integrar los ingredientes hasta obtener una mezcla homogénea. 5. Incorporar la harina y las nueces, previamente picadas. 6. Verter la mezcla de los brownies en una placa enmantecada o en moldes individuales. 7. Hornear durante 25 o 30 minutos a 180 grados. 8. Dejar enfriar y servir.
Los brownies son mucho más sabrosos si la textura de los mismos conserva humedad. Para esto, es clave no excederse con la cantidad de harina y el tiempo de cocción, es por ello que hay que estar muy atentos al tiempo que indica la receta.
Alternativa
Para realizar los brownies se utiliza chocolate amargo derretido, pero, también hay recetas populares que sugieren reemplazar este ingrediente por cacao amargo, con esto lograras un resultado final más liviano.
Ingredientes: 1 taza de harina, 1 taza de cacao amargo, media taza de manteca derretida, 2 tazas de azúcar, 4 huevos, 1 cucharada de esencia de vainilla, media cucharadita de sal, 1 taza de nueces o frutos secos a elección. A diferencia de la receta tradicional, esta se mezcla en un bowl los ingredientes secos (previamente tamizados), mientras que en otro se incorporan los húmedos. Una vez que estén bien integrados los húmedos, incorporar de manera gradual los secos y cocinar de la misma manera que la receta tradicional.