La manzanilla es una de las hierbas con mayor reconocimiento, no solo porque aporta múltiples beneficios a la salud, sino que también es una de las hierbas medicinales más fáciles de cosechar.
La manzanilla se emplea desde hace siglos para distintas causas vinculadas a la salud, entre las que se destacan los problemas digestivos, de estrés y las manifestaciones de alergia en la piel.
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La manzanilla es una planta herbácea que se consigue con muchísima facilidad en cualquier dietética, es económica y hasta puede ser cultivada en cualquier maceta que dispongas en tu hogar.
Esta hierba se la suele preparar como infusión, ya que es altamente eficaz para remediar las molestias digestivas, ayuda al tránsito intestinal, disminuye la inflamación, refuerza el sistema inmunológico y colabora con la relajación muscular.
La infusión de manzanilla es una de las formas más frecuentes de preparación, ya que la misma se la puede ingerir como bebida y también de esta manera se la puede utilizar para realizar la limpieza de la piel y el lavado del cabello.
En cuanto al uso cosmético, la manzanilla es muy recomendada para realizar la higiene de la piel, sobre todo en el sector de los párpados, ya que posee agentes desinflamatorios, hidratantes y antioxidantes más eficaces que los que integran muchos productos industrializados.
Para el cabello
La manzanilla también es muy beneficiosa para el cabello, sobre todo para las tonalidades rubias, debido a que tiene poder aclarante, por lo que su aplicación diaria ayuda a resaltar las tonalidades doradas.
Otro de los beneficios que aporta a nivel capilar es la disminución de la caspa, el fortalecimiento de las fibras, un aporte de brillo extraordinario y la estimulación para el crecimiento sano y parejo.