La piel suele manifestar cambios, ya sea por el proceso natural que se da por el paso de los años o por la falta de cuidados que se deben tener a diario y con los cuales se evita la formación de arrugas, granos, irritaciones, quemaduras y manchas.
La piel también se ve afectada por factores externos, como las variaciones en el clima o la luz solar, es por ello que es de suma importancia dedicarle tiempo a su cuidado, algo que se debe realizar a diario, aplicando productos y técnicas específicas según las necesidades.
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Muchos cambios en la piel comienzan a manifestarse a partir de los 25 años, es por ello que esta representa una edad clave para profundizar los cuidados, asistir a una consulta con el dermatólogo y llevar a la práctica todas aquellas recomendaciones para evitar cambios prematuros.
A partir de los 25 años, o quizás un tiempo antes, la piel comienza a perder ese brillo tan característico que se da en los más jóvenes, incluso, esta es la edad donde empiezan a aparecer las primeras líneas de expresión.
Alimentación saludable, hidratación correcta, vitaminas y ejercicio, son las claves principales para mantener la piel en óptimas condiciones. La vitamina más recomendada es la C, pero, también la A ayuda a recomponer la dermis. En cuanto al ejercicio, realizar actividad física permite la liberación de toxinas, reafirma los músculos y estimula la creación de colágeno.
Como cuidado complementario, la piel necesita ser tratada a diario, es por ello que es importante diseñar una rutina de belleza, en la que se incluyan productos específicos para la limpieza superficial y profunda (exfoliación), hidratación (sérum, cremas, oleos, etc.) y protección solar (factor acorde al tipo de piel).
Otros cuidados
Si bien el paso del tiempo y los efectos que esto genera en la piel no se van a detener, si se pueden aplacar realizando rutinas de belleza y cuidados específicos, con los cuales se asegure una piel luminosa, libre de impurezas y con una mejor textura.
También, es importante tener en cuenta que un buen descanso es esencial para que la piel se vea relajada durante el día. Completar las 8 horas de sueño diarias es fundamental para que el organismo se recupere, también, es importante sumar una dieta balanceada, donde no falten frutas y verduras.