La tortilla de papas, mejor conocida como la tortilla española, es un plato emblemático de la gastronomía que ha conquistado paladares en todo el mundo. Con su combinación simple de ingredientes y su sabor reconfortante, esta delicia culinaria es una receta que no debes dejar de probar.
La tortilla de papas, sobre todo la receta original, es muy fácil de preparar y solamente necesitarás ingredientes básicos y sencillos que se pueden hallar en la cocina de cualquier hogar, estos son: 5 papas, 6 huevos, 1 cebolla, aceite de oliva y sal a gusto.
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Comienza pelando y cortando las papas en rodajas finas y la cebolla en juliana. Fríe las papas y la cebolla en abundante aceite de oliva hasta que estén tiernas pero no doradas. Es importante controlar la temperatura del aceite para evitar que se quemen.
Mientras las papas y la cebolla se fríen, bate los huevos en un recipiente grande. Añade una pizca de sal al gusto. La cantidad de huevos puede variar según el tamaño de la tortilla que quieres preparar, pero lo habitual es calcular aproximadamente un huevo por cada dos papas medianas.
Una vez que las papas y la cebolla estén cocidas, escúrrelas bien para eliminar el exceso de aceite. Añádelas al recipiente con los huevos batidos y mezcla suavemente con una cuchara de madera. Es importante que las papas estén aún con temperatura para que los huevos se cocinen adecuadamente.
En una sartén antiadherente, con un poco de aceite, vierte la mezcla de papas, cebolla y huevos. Cocina a temperatura media, moviendo la sartén de vez en cuando para que la tortilla no se pegue. Cuando la parte inferior esté dorada, llega el momento más complicado de esta receta.
Pasos finales
Para voltear la tortilla, coloca un plato llano sobre la sartén y con un movimiento rápido y seguro, da la vuelta a la tortilla para que se cocine por el otro lado. Desliza la tortilla nuevamente en la sartén y continúa cocinando hasta que esté completamente hecha por dentro pero tierna y jugosa por dentro.
Una vez que la tortilla de papas esté cocida a tu gusto, retírala de la cocina y déjala reposar durante unos minutos antes de servirla. Esto permitirá que los sabores de esta receta se asienten y la tortilla adquiera una textura firme pero suave.