Miércoles 1 de Mayo 2024
CÍTRICOS

Cítricos: por qué este tipo de fruta es tan recomendada en embarazadas

Todo lo que debes saber sobre los cítricos y las embarazadas.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

Los cítricos son frutas que se caracterizan por su alto contenido en vitamina C, un nutriente esencial para la salud de la madre y el bebé durante el embarazo. La vitamina C ayuda a reforzar el sistema inmunitario, a prevenir y combatir infecciones, a favorecer la absorción de hierro, a participar en la formación de colágeno y a proteger las células del estrés oxidativo.

Los cítricos, por medio de la vitamina C, son necesario para el desarrollo del cerebro, los huesos, los dientes y los vasos sanguíneos del feto. Las frutas más comunes son la naranja, el limón, la mandarina, el pomelo, la lima y el kiwi. Estas aportan una buena cantidad de beneficios durante el embarazo.

Esta clase de frutas tienen un alto porcentaje de agua, lo que contribuye a mantener una buena hidratación, especialmente en los meses de calor. El agua es vital para el transporte de nutrientes, la eliminación de desechos, la regulación de la temperatura y el volumen de plasma.

Los cítricos contienen fibra soluble e insoluble, que ayuda a mejorar el tránsito intestinal, a prevenir el estreñimiento, a controlar el colesterol y a regular el azúcar en plasma. La fibra también aporta sensación de saciedad, lo que puede evitar el exceso de peso y la diabetes gestacional.

Estas frutas son ricas en antioxidantes, como los flavonoides, el licopeno, el betacaroteno y el ácido cítrico. Estos compuestos protegen las células del daño causado por los radicales libres, que se incrementan durante el embarazo.

También aportan minerales como el potasio, el magnesio, el calcio y el fósforo, que son importantes para el equilibrio electrolítico, la contracción muscular, la salud ósea y el metabolismo energético. El potasio, en particular, ayuda a prevenir la hipertensión y la preeclampsia, dos complicaciones que pueden poner en riesgo el embarazo.

Ácido fólico

Los cítricos, especialmente el kiwi, son una buena fuente de ácido fólico, una vitamina del grupo B que es imprescindible para el desarrollo del tubo neural del bebé. El ácido fólico también previene las malformaciones congénitas, como la espina bífida, y favorece la producción de glóbulos rojos.

Por todas estas razones, se recomienda comer cítricos durante el embarazo, siempre que no se tenga alergia, intolerancia o reflujo gastroesofágico. Se aconseja consumirlos enteros o en jugos naturales, preferiblemente en ayunas o entre horas, para aprovechar mejor sus propiedades.