Viernes 26 de Abril 2024
MITOS

Mito o verdad: esperar 2 horas después de comer para entrar en la pileta y nadar

Esperar para entrar a la pileta para nadar puede ser uno de los mitos más famosos.

Escrito en ENTRETENIMIENTO el

Uno de los mitos más famosos en el imaginario popular es el de que hay que esperar al menos un par de horas luego de comer, para nadar. Esto tiene mucha incidencia en las decisiones de padres sobre hijos que pueden tener una base poco sólida, científicamente hablando.

El mito de que hay que esperar 2 horas para nadar es uno de los más difundidos en la cultura argentina y sudamericana. Sin embargo, la información disponible daría un giro sobre estas aseveraciones, dejando a más de uno con una sorpresa entre manos que no conocía.

En realidad, no hay evidencia que respalde la idea de que nadar inmediatamente después de comer aumenta el riesgo de calambres o de sufrir algún percance en el agua. Este mito probablemente se originó a partir de una preocupación exagerada sobre la posibilidad de que la digestión interfiera con el rendimiento físico en el agua.

La digestión de los alimentos en el organismo humano no afecta significativamente la capacidad de nadar de manera segura. El proceso digestivo no desvía el torrente de manera crítica de los músculos hacia el sistema digestivo, como sugiere el mito. Además, el riesgo de calambres durante la natación es mínimo, y generalmente está más vinculado con la hidratación inadecuada que con el tiempo transcurrido desde la última comida.

La realidad es que esperar dos horas antes de nadar después de comer no proporciona beneficios sustanciales para la seguridad durante la actividad acuática. Lo más importante es prestar atención a las señales de tu propio organismo. Si te estás incómodo o experimentas malestar después de comer, es recomendable esperar un tiempo antes de sumergirte en el agua. Sin embargo, no hay una regla universal de dos horas que deba seguirse rigurosamente.

Según investigaciones recientes, los malestares vinculados al nado tendrían que ver con una diferencia de temperatura entre el estado anterior a ingresar a la pileta y el agua de la misma. El repentino e inmediato cambio de la temperatura en el organismo sería la responsable de las incomodidades.

Lo que sucede

Nadar cuando ha habido una diferencia sustancial de temperatura entre el antes y el después de ingresar al agua es lo que originaría un descenso pronunciado en la presión de manera casi inmediata, lo que podría causar vómitos y mareos continuos. Pero estos síntomas también pueden darse, luego de otras actividades, como tomar sol.

Lo importante es que es completamente un mito el hecho de tener que esperar cierto tiempo antes de ingresar al agua. Desestimada la información arraigada en el tiempo, hay que ser conscientes de otros problemas, como las temperaturas extremas que sí pueden tener un impacto realmente negativo en la vida de las personas.

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