Las mascotas son una parte fundamental de la vida de las familias modernas, sin embargo, así como se desarrollaron al lado de los humanos, los problemas modernos también afectan a los perros. Uno de los mayores inconvenientes que tienen es la obesidad canina que pocos conocen.
Las mascotas tienen un delicado balance físico que hace que engorden demasiado en algunas ocasiones y que sea realmente complicado controlar. La obesidad en perros es una realidad que no todos conocen, pero que debe ser tenida en cuenta para mejorar sus vidas.
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Para evitar que los perros engorden demasiado es crucial proporcionar una dieta equilibrada y controlar las porciones diarias de comida. Evitar el exceso de alimentos ricos en grasas y calorías, así como limitar las golosinas, contribuye significativamente a mantener un peso saludable en ellos.
Además de la alimentación, el ejercicio regular es fundamental para prevenir la obesidad en las mascotas. Salir a pasear, jugar y participar en actividades físicas ayuda a quemar calorías y mejora la salud general de la mascota. La rutina de ejercicio debe adaptarse a las necesidades específicas de cada animal.
La supervisión veterinaria regular también desempeña un papel vital en la prevención de la obesidad. Los exámenes de salud periódicos permiten detectar cualquier aumento de peso no anhelado y brindan la oportunidad de ajustar la dieta o el plan de ejercicios según sea necesario.
Evitar el acceso libre a la comida durante todo el día y establecer horarios de alimentación regulares también contribuye a mantener un peso saludable. Esto ayuda a prevenir el hábito de comer por aburrimiento o ansiedad, a la vez que le genera disciplina permanente y positiva.
Consejos a tener en cuenta
No es una novedad que los perros ganan cierto peso, luego de ser castrados, no obstante, es importante considerar que la correcta actividad física podrá colocarlos a tono y evitar ciertos problemas vinculados con un peso que no deberían tener en lo absoluto. Las mascotas necesitan tener patrones saludables en la alimentación.
En casos en los que se pueda advertir que los canes están subiendo de peso injustificadamente, es necesario acudir a un profesional veterinario para determinar las causas y trazar una línea de acción. En ocasiones, puede darse que sea un problema de hormonas más que de alimentación.